Ríos de tinta han llovido desde que se filtró que los terroristas más buscados del mundo entero usaban para sus bombas relojes Casio como temporizadores. De hecho, fue durante muchos años un símbolo identificativo para las autoridades estadounidenses de que su portador era terrorista: sólo con llevar un F-91W, y si, encima, provenías de países islámicos, tenías muchas papeletas de entrar en Guantánamo. Pero ahora hay novedades respecto a todo este escabroso asunto: por una parte, una respuesta oficial de Casio, asegurando (no podía ser menos) que jamás han colaborado con Al-Qaeda. La otra, parte de personal especializado de Estados Unidos, que aclara que todo ello es debido a la tecnología usada por el fabricante japonés: relojes baratos pero casi perfectos. De hecho, literalmente el analista Doug Davids menciona que "Casio no tiene culpa de realizar cronógrafos casi perfectos".
Concretamente, este analista especifica que sus relojes, a pesar de ser baratos, "funcionan casi a la perfección, y no sólo son buenos, sino que, además, son elegantes", y añade: "esto no es culpa de Casio, que tiene la responsabilidad de ofrecer lo mejor para sus clientes y sólo intenta asegurarse de que sus relojes sean tan buenos como sea posible".
