Pablo Imhoff nos cuenta la historia de su reloj

Uno de los moteros y aventureros más famosos y conocidos a nivel mundial es Pablo Imhoff. Este simpático rutero tiene millones de seguidores, y actualmente se encuentra recorriendo Sudamérica en su último proyecto de viaje hacia Alaska, sobre el asiento de una humilde Honda C90.

En su último vídeo Pablo nos desvela, por fin, qué reloj es el que usa a diario y le acompaña en sus viajes. Se trata ni más ni menos que un Casio FT-200, un modelo aparecido en 1998 y que lleva el módulo 1879, que se comercializaba tanto en variantes de correa de resina, de piel, y armis. Es un reloj muy completo, con iluminación EL, y que pertenecía a la serie Fishing Gear dentro de la antigua Forester (lo que hoy sería Fishing Gear dentro de Collection Sport, anteriormente OutGear).




Curiosamente Pablo lo usa para no tener que recurrir tanto al móvil y poder desprenderse del smartphone, no tener que encender el móvil cada vez que quiera ver la hora, por ejemplo, o para ver los tiempos de crono.

Ese reloj tiene además un gran valor sentimental para Pablo, pues fue a comprarlo con su padre a una tienda en Santa Fe hace mucho tiempo. Lo adquirió con sus ahorros cuando era un adolescente (Pablo nos cuenta que tendría 14 o 15 años), y nos desvela algo que nos resulta también muy familiar: siente que, llevándolo, es como si de alguna forma su padre le siguiera también acompañando.

Como bien dice Pablo, que un reloj tan humilde tenga tanto tiempo y aún siga funcionando a la perfección demuestra claramente la calidad de aquellos relojes que se hacían antaño, y lo robustos que eran. El Casio FT-200 era además mucho más completo que los Fishing Gear y todos los relojes de ese tipo que se venden hoy, permitía conocer no sólo las fases de la luna, sino su ángulo, ofrecía horario de salida y puesta de sol (muy útil cuando viajas en moto como es el caso de Pablo y quieres saber las horas que te faltan de luz, y que inexplicablemente es una función que se le ha retirado a los actuales Fishing Gear), y su cronógrafo de centésimas alcanzaba hasta las 24 horas. Además, era resistente al agua 100 metros, y disponía de pulsador frontal de iluminación. Un gran compañero, sin duda, el que lleva Pablo consigo.