Casio tiene un problema: ya les empiezan a copiar sus nuevas ClassWiz

Solo era cuestión de tiempo, pero al final ha ocurrido. Las ClassWiz de Casio ya empiezan a ser falsificadas, hasta tal punto que el fabricante japonés ha tenido que hacer una advertencia a sus clientes avisándoles que desconfíen si encuentran sus ClassWiz "exageradamente bajas de precio" o en sitios de venta de dudosa reputación.

Recordemos que Casio desarrolló sus ClassWiz (y el resto de las 2nd Edition basándose en ellas) con dos fines: uno, poder automatizar los procesos de fabricación y aumentar los beneficios (cada ClassWiz de nueva generación le revierte a Casio más dinero que las antiguas), y dos, el poder registrar y patentar todo su diseño, con el fin de protegerse mejor frente a falsificaciones -que hasta entonces inundaban el mercado con clónicos de las calculadoras de Casio-.




Pero ahora los falsificadores han copiado packaging, colores, acabados... Han copiado de todo. Muy ilustrativa y llamativa es una de las imágenes que Casio ha usado para que comparemos el producto falso y el original -que os ponemos sobre estas líneas-. En una de ellas podemos ver el interior de una ClassWiz (una fx-991ES, en concreto) a la izquierda, y la falsa a la derecha. Vemos cómo la empresa falsificadora ha calcado prácticamente todo el modelado, llegando a hacer muy difícil -excepto a ojos expertos- sus diferencias. Sólo algunos pequeños detalles (botones de navegación plateados cuando en la original son negros lustrosos, por ejemplo) nos hacen caer en la cuenta que es una calculadora falsa. Eso y, lógicamente, su circuitería, ya que las falsas utilizan piezas de bajo coste, y el resultado de las operaciones a veces es un tanto aleatorio. Pero eso no les importa a los estafadores, ya que ellos lo que buscan es que visualmente parezca la calculadora real, y a pesar de todos los esfuerzos por parte de Casio parece que lo han logrado.

Casio ha respondido llenando sus modelos originales de pegatinas indicando que es el packaging de una calculadora real, pero claro, eso también es fácil de falsificar, así que no es un procedimiento cien por cien seguro. ¿Qué nos queda, pues? Nos tememos que solo dos cosas: acudir a expertos que estén acostumbrados a ver y usar este tipo de calculadoras, y desarmarla si no hay más remedio.

Como estas calculadoras se venden en tantos sitios, tampoco es garantía de nada su trazabilidad, aunque obviamente si nos las compramos "en un chino" tenemos casi el cien por cien asegurado de salir de allí con una ClassWiz falsa. Mucho cuidado, pues, y más aún ahora que estamos cerca de que los colegios abran sus puertas de cara al nuevo curso escolar.