¿Te comprarías un anillo de tu reloj favorito de Casio?

Hace cosa de un año aproximadamente, Casio experimentó con complementos basados en sus relojes, entre ellos anillos de algunos de sus modelos más icónicos en G-Shock. Debieron irle muy bien las cosas porque ahora le han copiado la idea y otros han extendido esa línea a ciertos modelos de la línea Collection, especialmente a los más famosos, reconocibles y conocidos, como el MQ-24 o el AE-1200. Eso sí, de momento todos estos anillos estarán a la venta únicamente en Japón, y se pueden encontrar en algunas de sus típicas "máquinas de baratijas" que por cada rincón de las calles en las principales ciudades japonesas suelen abundar.

Como decimos, los adornos no están fabricados por Casio, sino por una firma juguetera especializada que los ha comenzado a vender el pasado 19 de julio pero, eso sí, con el beneplácito, el acuerdo y el permiso de Casio. El precio de cada uno de estos anillos es de tan sólo 400 yenes (menos de 3 €), y por supuesto -a diferencia de aquéllos que G-Shock ofrecía, que eran de metal- son de plástico, pero con unos acabados en su molde bastante fieles al modelo que tratan de imitar.




Existen cinco variantes a elegir de esta nueva tirada, todos ellos pertenecientes a Collection, los cuales son, además de los mencionados MQ-24 y AE-1200, el DBC-611 (modelo que ya no se fabrica, curiosamente), el AQ-230, y por supuesto no podía faltar el F-91.

Aunque quienes los han probado dicen que la zona digital está muy bien acabada (incluso con una parte de plástico transparente que simula el cristal), el resto no tanto. Por ejemplo, en el modelo de calculadora el teclado es una insulsa pegatina que tiene que colocar uno mismo y tener pulso para que no le salga torcida. Aún así poseen los botones claramente definidos, e incluso el armis muy detallado en el AQ-230, y hasta el cierre deployante a otro color.

Este tipo de "cachivaches" son muy populares en Japón, y a excepción que puedas viajar hasta allá o conozcas a alguien que te lo pueda enviar, es muy poco probable que los veamos por aquí.