Lo que aprendí de G-Shock con una Perforette

Desafortunadamente no tengo uno de aquellos G-Shock DW-5000 de 1983; aquellos modelos que rompieron esquemas y crearon precedentes, antítesis de los frágiles relojes que por entonces había en los escaparates. Pero sí tengo una Perforette de aquellos años que, hace poco, recuperé de entre un montón de restos escolares de la época. Era una Perforette de las originales, de las fabricadas por Conté, muy diferente de esas burdas, malas -y encima, caras- imitaciones que nos venden ahora los de Alpino.

La Perforette de entonces era muy distinta de las Perforette de ahora, de la misma manera que los G-Shock de antaño eran muy distintos de los de ahora. Para quien no haya conocido, vivido o tenga la suerte de tener uno de esos artilugios originales (el reloj, o la Perforette), creerá que fueron así siempre. Pero no. Hoy los G-Shock convencionales y las desastrosas Perforette de Alpino comparten algo en común: están todos hechos con cuerpo de resina. No hay pieza de metal de refuerzo.




Las Perforette, para quien no esté muy acostumbrado a usarlas, son unas simples máquinas cuyo cuerpo está compuesto de dos lados iguales de resina, unidos por un simple pliegue, también de resina. Como suele ocurrir, con el paso de los años la resina, aún estando guardada y sin exponer a la luz, acaba resecándose y se vuelve muy quebradiza, como si fuese escayola. La resina de la Perforette de Conté era de buena calidad, y no le ocurre eso, pero sí que se ha partido en la zona del mencionado pliegue. Para reforzarla, los de Conté le habían colocado un remache de metal de manera que, aún así, la Perforette sigue siendo funcional y cumple todavía su cometido (que es el de perforar hojas, por cierto).

Con los buenos G-Shock ocurría otro tanto de lo mismo. Hoy, como herederos de aquellos solo nos quedan unos pocos modelos, que se lanzan únicamente en ocasiones especiales como aniversarios o celebraciones, en ediciones limitadas. Dentro del catálogo de Casio, sin embargo, que continúe con aquella filosofía solo queda el GW-5000. El resto o no tienen caja roscada, o tienen caja de resina, o tienen bisel de metal. Pero no continúan la estela del DW-5000.



La cuestión es que todos esos modelos tienen una forma constructiva que bien todos ya conocéis: dentro, poseen un cuerpo robusto de acero, y por fuera, una cubierta de resina. En algunos modelos Casio ha ido más allá, y ha recubierto el metal con DLC. Esto hace que las inclemencias del tiempo, el desgaste, el trasiego, los golpes y los continuos roces con la rope desgasten y vayan deteriorando el bisel, que es de un dúctil y flexible material. Como el plástico de la Perforette original.

Sin embargo, una vez dañado ese bisel, cuarteado por el tiempo o desgastado y deshidratado, simplemente tendremos que cambiárselo por otro, para volver a disponer del mismo reloj por otra larga cantidad de años, ya que su caja, que se encuentra por debajo y es de duro metal, seguirá intacta.



Si esos G-Shock llevasen por fuera el metal, las cosas serían muy diferentes. La cuestión es que aunque el metal sea duro, continuamente está perdiendo iones, el rozamiento lo desgasta, y los arañazos y golpes lo mellan. Por eso se hace necesario en muchos relojes de alta gama que, cada vez que llega al SAT para su revisión, esa caja sea sometida a un proceso de pulido. Ese pulido es aún más agresivo si el metal del reloj está más deteriorado, lo que acaba incidiendo en la robustez y solidez de esa caja. No olvidemos que pulir es, simplemente, quitarle material de la superficie del reloj, cosa que en G-Shock no es necesario porque esa caja no sufrirá desgaste, al estar cubierta por la resina.

Hay restauradores que se encuentran con armis de metal tan dados ya de sí, que ni siquiera pueden reparar, y deben sustituirlos sin más. Por lo tanto, el metal tampoco es la panacea, menos aún si está expuesto constantemente.

_G-Shock y Perforette_

//Los G-Shock originales conservaban intacta su robusta caja de metal. El exterior, de simple goma, te permite "estrenar" nuevo reloj cuando lo necesites. Y mientras, puedes someterlo al trato más duro sin temor.//

Lo que encontramos en los G-Shock DW-5000 y sus derivados (WW-5300, DW-5800, GW-5000...)..., es un sistema que aúna robustez con el mantenimiento de la integridad física del reloj. Su exterior, que puede ser ciertamente frágil, lo forma una pieza simple, barata y sencilla de cambiar. Y la parte sólida y duradera, la caja y el cristal mineral, y la parte práctica, el módulo, se encuentran protegidos y solapados unos con otros. Este concepto lo trató de imitar Victorinox para sus modelos, y a lo largo de la historia fue copiado por otras muchas marcas, aunque ninguna de ellas llegó a la profundidad y especialización de G-Shock.



Hoy, que asistimos expectantes viendo cómo ese concepto se arrincona siendo sustituido por los modelos de bisel de metal, no estaría de más recordar de vez en cuando sus principios. Porque no olvidemos que a pesar de sus aparentes ventajas, los G-Shock con bisel de metal tienen dentro la caja de resina, que es su punto frágil, porque aunque el bisel durará muchos años al ser metálico, como ocurre con las Perforettes de ahora, su cuerpo no durará, al ser de resina. Y aunque en otros modelos su caja también sea de metal, no pasemos de largo el importantísimo hecho de que bajo ese metal hay una estructura de resina, con lo que se duplica el problema del mantenimiento, ya que no solamente habrá que lidiar con el pulido del bisel, o su reparación si está pintado iónicamente, sino con el reemplazo del Alpha Gel por deterioro, al perder sus propiedades de amortiguación con el tiempo.

Por todo ello, ¿no era mejor el sistema antiguo, el original, el tradicional? ¿El sistema de un solo bisel? Un bisel único, una pieza de goma sin más, que se pueda sustituir y listo. Reloj nuevo, y a seguir otros diez o veinte años con él.

Por desgracia ese concepto no es ya tan popular. Aquellos G-Shock con pasadores convencionales que cualquiera puede adquirir en una relojería, correa de resina con hebilla de metal japonés, caja de acero roscada, y un simple y socorrido bisel de goma, son hoy ejemplares escasos y muy poco difundidos. Pero son de los que merece la pena ahorrar un poco de dinero para adquirir, porque una vez con ese G-Shock uno puede olvidarse de todos los demás. Puede, por fin, cerrar el grifo y dejar de comprar más estupideces que lo único que le van a aportar son más gastos inútiles de dinero.

| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com

---

| GShock | | GW5000 | | DW5000 | | Filosofia |