Para el GES hemos realizado una mini-serie de vídeos sobre algunos de los más importantes modelos de G-Shock (y Baby-G), los más curiosos, los que destacan por ser completos o por alguna razón especial y, por supuesto, carismáticos y que han aportado mucha de esa identidad de marca. La serie quiere transmitir también un poco estos tiempos de crisis que estamos padeciendo, y en los cuales los G-Shock se saben desenvolver tan bien.
La tenéis disponible en el canal del GES pero, para los que tengáis ordenadores antiguos o/y no podáis acceder a la plataforma de YouTube (que requiere muchos recursos y con su estricto HTML5 ya no funciona en una gran mayoría de navegadores), podéis descargar el vídeo desde éste link. Para los que nos visitéis con problemas auditivos, de conexión - en países con deficientes conexiones a Internet -, nos leáis desde un móvil básico (y no desde smartphone), o simplemente prefiráis la lectura, a continuación os transcribimos íntegramente el primer capítulo de la misma y así podréis seguir también la serie.
En 1990, cuando apareció este modelo, aún existían estas cosas: cintas VHS. Que se distribuían por videoclubs, en cadenas de tiendas franquiciadas como la Blockbuster, etc. Además, las salas de videojuegos estaban en su máximo apogeo, muchos hacían un gran negocio con ellas y con la calderilla que los chavales llevaban en sus bolsillos. Si querías ser "cool" en aquella época, ir a lo último, tenías que llevar este modelo en tu muñeca: el DW-5900. Porque era el reloj rompedor de entonces. Es curioso, fijaros, porque a diferencia de otros modelos de Casio, el DW-5900 no parecía ofrecer nada fuera de lo habitual. De hecho, podría decirse que se quedaba muy por detrás de ellos. No olvidemos que Casio comercializaba por entonces los soberbios Pentagraph, de caja roscada, y dentro de G-Shock los consumidores de aquella época podían encontrar el DW-6100, que ofrecía termómetro (con una bonita gráfica de barras), o el DW-6200 "Motorsport Rally", que ofrecía autocrono. ¿Qué tenía el DW-5900 de especial, entonces, para atraer multitudes? Pues tan sólo un reloj LCA en uno de sus subdiales, y poco más. El resto, incluyendo su display, era bastante limitado. Sin embargo tenía una imagen muy peculiar, una enorme personalidad, y su caja que ni era cuadrada ni redonda, estaba fuera de todo lo que se había visto hasta entonces. Y esa sólida identidad le hizo de inmediato ganarse muchos adeptos. Este modelo que veis aquí no es el original de los noventa, sino la fiel reinterpretación de G-Shock, el DW-5900 lanzado en el año 2018. Por primera vez, se le añade a este modelo un display de matrices, horario mundial, una pila con mayor autonomía, y función de despertador para una de sus cinco alarmas. Por desgracia ha perdido por el camino otras cosas, como el mencionado reloj LCA, o el cronógrafo de 24 horas (el nuevo solo tiene crono de una hora). Pero lo que no ha perdido es su increíble personalidad, su gran y estupenda presencia. Como reloj noventero es una suerte el poder obtenerlo nuevo hoy, tal como era entonces, convenientemente actualizado y, además, con una gran variedad de ediciones. Larga vida, por tanto, a los DW-5900. |
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
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