Hay un dicho popular que dice que "con la verdad por delante se va a todas partes", pues en relojería podría decirse que con un reloj de resina también se puede ir "a todas partes".
Hace poco fui a hacerme un ECG. En esa prueba no te mandan desnudarte (solo quitarte la parte superior de la ropa, de la cintura para arriba, aunque a una chica que conozco le tocó un enfermero y para verla desnuda la obligó a quedarse totalmente en pelotas... ¡! -imagino que todos sabemos por qué-), pero sí tienes que quitarte pulseras metálicas o relojes con armis porque pueden interferir en las lecturas. Pero yo llevé mi Casio de resina y, al parecer, siendo "de goma" no hay problema, por lo que me lo dejaron quedar.
También me ocurrió algo curioso cuando fui al Registro Civil. Algo hacía saltar la alarma al pasar por el arco de seguridad. Tras volver un par de veces le pregunté al vigilante de la entrada si no sería el reloj, y si me lo tendría que quitar. Me dijo que no, al ser de resina. Le pasó su detector de metales manual por él, y ni pitó.
De hecho, el reloj de resina - mientras no te apriete - ni te lo quitan en análisis de sangre, ni en trabajos eléctricos, ni en ambientes con mucho polvo en suspensión. Recuerdo el caso de una amiga, que trabajaba en logística dentro de un almacén donde tenían que mover mercancía y había mucho polvo. Llevaba un reloj con armis que estaba hecho una pena: el polvo se acumulaba entre sus eslabones y no había quién lo sacara de allí. Se metía entre sus recovecos, en sus minúsculos agujeros de los pasadores. Para ella, como para tantos otros trabajos, habría sido genial utilizar un reloj con correa de resina porque, al final de la jornada, lo podrían limpiar metiéndolo bajo el agua y listo.
Lo hemos visto durante ésta pandemia, cómo los que tenían relojes con armis debían estar cada dos por tres secando concienzudamente sus relojes tras cada baño con jabón (porque el agua puede introducirse en los agujeritos de los eslabones y oxidarlos), mientras que, quienes usaban correas de resina, con un par de pasadas para secarlo eran más que suficientes.
Por fortuna, con los Core Guard Casio ha vuelto a ofrecer relojes "all resin". Desde aquellos L-18, F-30 o F-28 de tan buen recuerdo, no volvíamos a tener un reloj recubierto íntegramente de resina en todo su exterior como ahora sí tenemos en los GA-2000 o GG-B100. En esos relojes hasta su trasera es íntegramente de resina, cubriendo toda la caja la resina y, por supuesto, con sus correas también de ese material. Al disponer de, además, sistema de cambio rápido de correas, asas estándar, y trasera reforzada (por lo que se prescinde de esas desagradables correr "fruncidas" a la trasera), se gana no solo en comodidad, sino en facilidad de mantenimiento.
Tampoco conviene olvidar las ventajas del aislamiento que ofrece la resina frente a tantos dispositivos electrónicos y sus campos magnéticos, de los cuales estamos siendo rodeados más que nunca: en casa con ordenadores, smartphones y electrodomésticos. En el trabajo con PLCs y escáneres. En el transporte con autobuses y coches eléctricos, patinetes a batería, bicicletas a batería..., y claro, también motocicletas a batería. Es un continuo bombardeo que incide negativamente en el reloj que estés usando (mucho más aún si es un débil reloj mecánico, y encima es de acero). Sin embargo, cuando el exterior de tu reloj está hecho todo de resina, que no es un material conductor, nos encontramos más protegidos. Al menos, nuestro reloj no se ve tan afectado. Y encima con su tecnología de fibra de carbono es un producto moderno, acorde para lidiar con los tiempos en los que nos ha tocado vivir, como buenos G-Shock.
Los Core Guard "all resin" son un gran avance, al menos a nivel constructivo, trayendo de nuevo a la palestra un reloj donde todo en él es resina..., para que pases con él por cualquier sitio.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Sobre los detectores de metales, depende mucho de la sensibilidad y cómo estén calibrados. Los más agresivos son los de los aeropuertos. Pero los de empresas y algunos órganos públicos suelen ser permisivos. Lo digo porque yo he pasado con una pequeña navaja en el bolsillo por haberme olvidado.
ResponderEliminarA mi en los aeropuertos siempre me dicen que no hace falta que me quite el reloj si es de resina, nada más que por eso ya merece la pena viajar con ellos jaja
ResponderEliminarEn mi caso,en el aeropuerto de Tijuana me han pedido que me quite hasta los zapatos !
ResponderEliminar"... las ventajas del aislamiento que ofrece la resina frente a tantos dispositivos electrónicos y sus campos magnético..."
ResponderEliminarEstoy dudando de eso... ¿acaso el DW-290 no necesitaba una jaula de Faraday (una envoltura metálica para el módulo)? La resina no aislamiento de los campos magnéticos o eléctricos, aislamiento de las cargas... Habría que estudiar más a fondo esta arista del tema... Saludos.
Now a redesigned Rangeman GW-9400 with a Carbon Core Guard!!! And with GPS of course...most important function, Casio!!!
ResponderEliminarAntes que nada un saludo a todos y mil gracias como siempre a ZonaCasio por estos artículos que promueven siempre la reflexión.
ResponderEliminarY solo medio por alusiones por ser mi campo: para las analíticas sanguíneas solo en algunos casos muy concretos sería necesario desabrochar el reloj, una pulsera o similar y solamente porque al estar muy apretados (cosa que es muy difícil que se de en la práctica) pudieran producir una disminución en la velocidad de retorno de la sangre venosa que es lo que se quiere facilitar para que las venas "objetivo" estén lo más ingurgitadas que sea posible a fin de facilitat la extracción sanguínea. Esto, como es obvio, podría pasar con cualquier material utilizado hasta la fecha en relojería porque más que el material lo que importa es la presión que hace la correa sobre la muñeca.
Por lo que toca a la electrocardiografía, hace mucho tiempo que los electrocardiógrafos son perfectamente capaces de filtrar las interferencias que podría generar el metal. Recordemos que en estos casos la fuente de interferencias no serían campos eléctricos o magnéticos generados por el reloj, sino el movimiento de la extremidad en forma de "microtemblores", cosa que supuestamente podría inducir a la generación de una corriente eléctrica con determinados metales que chocaran entre sí. Pero para que esto sucediera hasta el punto de generar una interferencia tendrían que chocar directamente con el electrodo de lectura siendo éste también de metal. En la práctica la inmensa mayoría de electrocardiógrafos ya cuentan con un sistema de filtrado (los fabricados en los últimos años ya directamente "transparentes" para el usuario, esto es sin capacidad de elección o de manipulación sobre ellos) y también con un sistema más o menos simple o elaborado de "aislamiento" del electrodo de su entorno (puede ser desde una pinza de plástico con la parte metálica en su interior a un adhesivo desechable únicamente conductor en la zona de contacto con la piel).
En definitiva, que ni en el caso de la extracción sanguínea ni en el del electrocardiograma marcaría una diferencia significativa un reloj de resina frente a uno de metal. Otra cosa es que por falta de conocimiento contrastado o directamente por tradición, este tipo de prácticas aún puedan verse en las atenciones clínicas.
Un saludo a todos otra vez y mil gracias por este espacio vuestro y nuestro. :-)
PD: Ojo, que a veces sí que es necesario retirar cualquier posible fuente de problemas en estas técnicas que describíamos y puede que no quede otra que retirar objetos susceptibles de influir aún mínimamente en la atención al paciente, así que si nos lo piden, por mucho que nuestros relojes sean de aleación Z endurecida con aliento de Godzilla y envueltos con una capa de dos centímetros de espuma de poliuretano expandido, hagamos caso de los profesionales que para eso confiamos en ellos el cuidado de nuestra salud. ;-)
PPD: un profesional que haga incomodarse a un paciente sin motivo comete una clara falta contra su código deontológico. Si además lo hace con beneficio personal (como en el caso de contemplar recreacionalmente a una persona desnuda contra su voluntad) está además cometiendo un delito tipificado y castigado con penas nada divertidas. Cuidadito con eso.
Gracias por tu aporte Cockey.
EliminarA mí lo que le ocurrió a esta chica me dejó "flipado", literalmente. Cuando me lo comentó le dije que yo no me la habría hecho, que le habría dicho que se lo diría a la doctora/doctor y que a ver si eso era así o no, y por supuesto denuncia al canto (aunque eso sería tu palabra contra la de él).
El problema es la posición de poder de ese tipo de profesionales médicos, a fin de cuentas son de las pocas profesiones en las que pueden mandar desnudarse a una persona o mostrar sus partes más íntimas o sus defectos, cosa que no pasa en ninguna otra profesión (tal vez en el cine, pero ese es otro cantar), y muchos profesionales masculinos (recalco lo de "masculinos", porque en una amplia mayoría son ellos), les resulta agradable para su líbido cuando se encuentran con una chica de buen ver que, por otra parte, el cuerpo de la mujer desnudo, tanto para ellas como para ellos, es mucho más agradable de ver que el de un hombre.
Por desgracia códigos deontológicos en medicina un gran número de "profesionales" se lo pasan por donde ya te imaginas.