Cuando hablamos de hardware para operar un dispositivo electrónico complejo, nos solemos encontrar con la tesitura de utilizar microcontroladores para una MCU (unidad de microcontrolador), o microprocesadores para una MPU (unidad de microprocesador). Cada uno de ellos tiene sus ventajas e inconvenientes. La mayor ventaja de un microcontrolador es que todo el sistema está embebido dentro del hardware, todas las instrucciones se encuentran incorporadas en su misma estructura, y allí está la memoria, las instrucciones de entrada y salida, y la misma CPU (unidad central de procesamiento) incorporada en el mismo chip. Así, una vez ensamblado, conseguimos una unidad muy robusta a fallos, muy eficiente en cuanto a consumo energético, y de elevadas prestaciones en el entorno en el que tiene que operar, ya que ha sido específicamente destinada y diseñada para él.
Pero todas estas ventajas también tienen sus contras. La primera, el compromiso de flexibilidad al que obliga. Al contrario que una MPU, una MCU no puede actualizarse, no podemos descargar nuevas funcionalidades ni reformar su modo de funcionamiento. El sistema es, en cierta forma y para que nos entendamos, cerrado. Una vez construido el dispositivo, así se queda. De hecho, una MCU es en ocasiones tan específica, que solo puede trabajar con unos determinados componentes.
A la hora de desarrollar el GBD-H1000, Casio se enfrentó a enormes retos técnicos. Era la primera vez que se ofrecía un reloj de este estilo, con toda esta tecnología, sensores y funciones, tan estable que no debía requerir actualizaciones y que, además, debía trabajar con el menor gasto energético posible. Era muy difícil hacer compatible la multifuncionalidad, con el ahorro energético de operar con un pequeño acumulador que, encima, debía recargarse con energía solar.
Para lograr esta hazaña, Casio contó con la colaboración del especialista Renesas, y entre los dos lograron desarrollar la equipación de hardware que daría soporte a ese reloj. Renesas usó una de sus últimas tecnologías, la SOTB (Silicon On Thin Buried Oxide), lanzada tan recientemente al mercado a finales del año pasado, para lograr una MCU acorde a lo que Casio necesitaba. La construcción SOTB es totalmente innovadora, y supuso toda una revolución para su familia de MCUs RL78 de 8 y 16 bits con capacidad de funcionamiento en ultra baja energía (Ultra-Low Energy).
El controlador de Renesas convierte al GBD-H1000 en el producto más avanzado de su categoría a nivel mundial, exteriormente este G-Shock de la familia G-Squad puede parecernos por detrás de algunos competidores de marcas rivales, pero internamente es superior a todos ellos. No solo por la resistencia exterior propia de un G-Shock, sino por su destacada robustez en la implementación de sus componentes electrónicos, su funcionamiento blindado a fallos - en donde no hay agente exterior que pueda interferir el chip -, y la increíble eficiencia energética para poder operar con sistemas de alto nivel (GPS, sensor cardíaco...), sin sobrecargar la unidad ni comprometer su integridad operativa, incluso en los entornos y situaciones más extremas a las que un G-Shock se le puede someter.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Pues si la MCU es de terceros, el GPS también y el BT también, Casio es poco más que un diseñador/ensamblador. Algo que creo que los que somos fans de la marca nos desagrada.
ResponderEliminarEn un grupo de Facebook un usuario asegura que el software del reloj si se le ha actualizado. Un saludo
ResponderEliminarSí, puede que algunas funciones específicas se le puedan actualizar.
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