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3.06.2020

Funcionamiento y tipos de porta-cajas de relojero


Resulta curioso que, entre los instrumentos que habitualmente se utilizan en relojería, se mencione mucho a los extractores de pasadores, a los destornilladores, a las llaves jaxa, e incluso a los pigmentos como el lumen, y no se preste apenas atención a lo que es, en muchas ocasiones, la pieza vital de trabajo: el soporte del reloj.

Las llamadas "cajas de relojero", portacajas o porta-cajas son eso, soportes que se utilizan para mantener el reloj fijo en una posición y poder trabajar con él más cómodamente. Con ellas, se reduce el riesgo de que el reloj se nos resbale de las manos, se raye, o se caiga.




Existen muchos tipos de estas porta-cajas en el mercado, desde las más básicas como ésta que os ponemos de ejemplo (ojo, solo de ejemplo para realizar este reportaje), hasta más completas que abarcan a un sin fín de medidas.

Dos son los aspectos en los que tenemos que fijarnos a la hora de adquirir la porta-caja: sus medidas, y el sistema de anclaje. Respecto a las primeras, para la mayoría de relojes de Casio, en especial de G-Shock, con medidas que llegan a superar los 50 mm. de ancho, requeriremos porta-cajas muy grandes. De hecho, de las más grandes del mercado. Porque en ese sentido sí es mejor que nos sobre caja a que nos falte, puesto que siempre podremos adaptarla para diámetros más pequeños pero, por el contrario, no podremos usar un caja de soporte pequeña con relojes grandes.


El otro aspecto importante es el sistema de anclaje. Las más básicas y baratas tienen simplemente los bordes marcados en las esquinas, y solo se pueden usar con relojes convencionales (es decir, de cajas redondas; no sirven para cajas de reloj cuadradas, biseladas, rectangulares...). Esta que veis es un ejemplo de una caja básica, muy poco adaptable, para relojes muy pequeños de señora (desde de 9 a 23 mm como máximo).

Además, muchas de estas cajas básicas están hechas íntegramente en metal, y por ello, al ser una caja con el anclaje de metal, se corre el riesgo de dañar la superficie del reloj al manipularlo.


Otra variante de portacajas básicas, como la que veis en las imágenes que acompañamos a este post, permite el uso de dos formas distintas de caja de reloj, simplemente dándole la vuelta: por un lado, se adapta a relojes de forma cuadrada o rectangular. Por el otro, se adapta a relojes de forma redonda.

Por el contrario, las mejores porta-cajas disponen de piezas de anclaje móviles, que aprisionan el reloj sin dañarlo porque están recubiertas de plástico o goma. Además, ese tipo de cajas se pueden adaptar a diseños de relojes muy dispares, permitiéndonos trabajar con muchos modelos distintos de reloj e, incluso -como la del link que acabamos de poneros- con medidas muy grandes, llegando a ser capaces de trabajar con relojes de nada menos que 60 mm de diámetro.

Es cierto que este último tipo de cajas son más caras, pero en este caso el precio está suficientemente justificado, porque son notoriamente más útiles. En este tipo de herramientas, como en tantas otras, conviene no ser tacaños e invertir un poco más de dinero en un porta-cajas de relojero más práctico, le sacaremos más partido, y nos servirá para trabajar más cómodamente y con mayor seguridad. Y esto en reparación de relojes es muy importante.


Funcionamiento
El principio por el que funciona un porta-cajas de relojero es enormemente sencillo: un tornillo principal enrosca dos paneles, los cuales están abiertos en sus extremos. Puede que este diseño básico tenga variaciones menores en algunos portacajas, pero todos, básicamente, son en el fondo muy parecidos.

Según aflojemos o apretemos el tornillo principal, los paneles o placas se deslizan desde los lados. Entre ellos situaremos el reloj, y apretaremos hasta que éste quede firmemente aprisionado entre las placas, bien en sus extremos pre-formados (como es el caso del modelo de las imágenes), o entre sus topes o pines. A veces, en las cajas más completas y de más categoría, los topes también son móviles, pudiendo así adaptarlos para que no toquen determinadas partes sensibles del reloj, o/y para relojes con formas extrañas o "rebuscadas", como tienen algunos G-Shock. Estos pines se desplazan en unos agujeros, permitiendo insertarse en distintos puntos de anclaje. Una vez hecho esto, la porta-cajas se vuelve a apretar con el tornillo central como una convencional.


También existen porta-cajas sin tornillo, que son una especie de bloque de plástico, y en donde se acopla la caja del reloj. Son útiles para trabajar con modelos específicos, o para aquellas tareas con cajas delicadas en las que no podemos (o no se requiere) que se ejerza fuerza sobre el reloj. Son menos útiles, puesto que con los porta-cajas con tornillo de apriete también podemos sujetar el reloj con delicadeza, simplemente no apretando el tornillo.



Caja relojero. Izquierda: lado para cajas con forma redonda. Derecha: lado para cajas cuadradas o rectangulares. La línea punteada indica la forma de la caja.












| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com

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