Miedo a regalar relojes

Solo una persona me ha regalado un reloj. Bueno, de pequeño mis padres, por supuesto, y también es cierto que he tenido muchos relojes de distintas instituciones, marcas y negocios, pero podría decirse que regalar un reloj "por cariño", solo una en realidad lo ha hecho. Y es curioso, porque fue un mecánico.

Mi hermana me lo explicó cuando estaba a punto de regalarme un reloj por uno de mis cumpleaños, y quizá esa sea la razón. Me dijo: "es que es muy difícil regalarte un reloj". Así que el único reloj que tengo de ella - que aún conservo, y con pila por cierto - es su propio reloj - que dicho sea de paso, había sido, éste sí, un regalo mío -.




También, hace muchos años, una de mis novias me comentó que prefería no meterse en "el berenjenal" de elegir un reloj para mí. Supongo que el tener unos más o menos notorios conocimientos de relojería hace que las personas sean reticentes a adquirir algo que no esté "a la altura" de lo que tú esperas de ellas, y prefieren inclinarse por otras cosas.

No se si os pasa algo parecido a los que sois aficionados a los relojes de Casio, y a los relojes en general. O puede que os acaben llenando vuestros familiares, parientes y amigos, de relojes, intentando acertar con alguno que os agrade.


En mi caso yo se lo decía por activa y por pasiva: "el reloj que tu quieras, ése me gustará", pero no había manera. Tal vez sea algo que solo entendemos o alcanzamos a comprender entre nosotros, los amantes de la relojería, y que sea difícil hacer entenderlo a los demás: que el reloj no importa tanto, importa más bien la persona y el cariño con el que te lo regalan.

Pero no hay formas, a veces, de hacerlo entender.

O puede que sea - en parte quizá - que ellos no les dan la importancia que nosotros le damos a un reloj. Para ellos tal vez no sea más que un objeto con el mismo valor que si te regalasen unos gemelos o una camisa y, como quizá les motiva más, acaben regalándote esos gemelos, camisa o zapatos. Lo que sea. Obvian o no se dan cuenta de la importancia que tiene para nosotros un reloj y que, viniendo de esa persona, se convertiría en nuestro reloj preferido, en algo muy valioso, más allá - mucho más - del valor material de la pieza relojera.


Os aseguro que yo traté de hacérselo entender, pero ya, desde hace años, me he dado por vencido. Ahora, por desgracia, para algunos es demasiado tarde, porque esa pareja, mujer, hermana o novia, o madre o padre..., ya no lo tenemos con nosotros. A veces me pregunto si podría haber hecho algo más, no es una cosa que me quite el sueño, claro, pero algo que les pudiera transmitir que el modelo de reloj, en el fondo, no importaba.

También es cierto que "rogar" para que te regalen un reloj es muy penoso - no lleguéis a eso, por favor -, tiene que salir de las intenciones y del corazón de la otra persona, sino menuda gracia tiene... Hombre, como aquellas cartas que escribíamos de niños a los reyes magos, siempre podemos "dejar caer" nuestras preferencias (nunca se debe caer en el error de creer que nuestros seres queridos nos leen la mente), pero sin llegar a presionar para acabar con un reloj que más pareciera adquirido por nosotros, lo cual poco agrado tendría.

Durante estos días en los cuales muchas familias van a celebrar las comuniones de sus hijos e hijas, o nietos, o familiares sea cual sea el grado, si vais a hacer un regalo tened esto en cuenta. Los productos tecnológicos "molan", es cierto, están de moda, pero por favor: regalad relojes. Que ese niño o niña, cuando crezca, si llega el caso pueda decir: "recuerdo ese reloj". Que no tenga que salir de su boca la triste frase de que nunca, nadie, les regaló un reloj.


| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com