Las innovaciones de Casio más adelantadas a su tiempo

Relojes resistentes a los golpes, relojes con sensores, relojes con cinco alarmas... Si nos ponemos a bucear en la historia de Casio, la lista de innovaciones y de tecnología que ha puesto al alcance de todo el mundo podría ser interminable. Aquí no aspiramos a tanto, pero vamos a dar un pequeño repaso a algunas de ellas, sin mencionar cosas como los relojes con cámara de fotos, calculadora, o "sniffers" GSM de los que ya hablamos en otras ocasiones.

Pero no vamos a empezar hablando de relojes aunque, obviamente y tratándose de Casio, van a ser parte principal de este post. Empezamos hablando de calculadoras. Precisamente esta tarde leía en una red social a alguien hablando sobre su primer "ordenador de bolsillo", una FX-720P de Casio (que intentaremos poner su foto en la galería, por cierto), lanzada en 1982 con 2 KB de RAM (12 KB de ROM) y una CPU a 455 kHz con resonador cerámico (para el reloj del sistema, se utiliza como un oscilador). Os preguntaréis por qué no utilizaban un cristal de cuarzo..., bueno, un resonador de cerámica tiene una alta estabilidad piezoeléctrica, y pueden ser utilizados en espacios más pequeños. Se utilizan cuando se requiere una señal de frecuencia, sin que sean críticas las tolerancias. Como la FX-720 no incorporaba reloj, un resonador era más que suficiente. La precisión de un cristal de cuarzo, sin embargo, es mucho mayor, y por eso se utiliza en los relojes electrónicos, donde la medición de tiempo en un largo periodo es más crítica (con desviaciones que pueden ser de menos de 10 segundos/mes, como algunos relojes).




Solo un año después de la invención del protocolo IP, con toda la experiencia acumulada en calculadoras, Casio lanzaba al mercado una de sus pequeñas maravillas más inteligentes, la PB-770. Este pequeño "micro-computador" ya incorporaba 32 KB de memoria, y funcionaba con cuatro pilas "AA", haciendo uso de una pila botón para el back-up de la memoria. Podía almacenar hasta 10 programas en la memoria (en BASIC), y se podía expandir - como era habitual en este tipo de las Casio de la época - con multitud de periféricos: microcasette, impresora - con hasta cuatro color -, y una estación de trabajo (docking station).

Podías, en cierta forma, llevar la calculadora contigo, hacer lo que quisieras con ella, llegar a casa, conectarla, y descargar programas y utilidades, además de llevar sobre el papel cálculos o gráficos. ¡Y todo ello con cuatro pilas!


De los relojes pasamos a las cámaras: la QV-10 fue la primera cámara LCD del mundo, lo que facilitaba la tarea de revisión de fotos, y de verificación de las mismas sin necesidad de tener un ordenador conectado. Corría el año 1995.

Empecemos ahora con los relojes. Nos trasladamos a finales de los años sesenta, cuando las primeras firmas norteamericanas de relojería (General Watch, Waltham, Gruen, Elgin, Timex...), comienzan a comercializar sus primeros modelos digitales. Pocos lo entendieron y casi nadie apostaba por ellos, así que decidieron desprenderse de todas las innovaciones con esa nueva tecnología, pensando que los relojes de cuarzo no tendrían futuro. Fue un buen momento para las compañías japonesas, que apostaron de lleno por la microelectrónica de muñeca. Orient Watch abriría se aliaría con Sharp Co. para desarrollar esos nuevos dispositivos, inéditos hasta entonces. Con el mismo fin, Casio trabajaría con Sanyo para poder afrontar los nuevos retos de la industria de la relojería de cuarzo.


Los rivales pronto comenzaron a darse cuenta de que eso podría poner patas arriba el mercado, y comenzó una lucha tremenda de poder. Compañías japonesas de todo tipo se unieron a Orient y a Casio/Sanyo: Hattori & Co. (Seiko) lo haría en 1973, ese mismo año entraría Ricoh, y Citizen lo haría un año después. En 1974 Orient ya estaba en liza con los relojes de cuarzo, y todas las demás ya los tenían en producción. Pero de todas ellas, sólo una sobreviviría hasta nuestros días: Casio. Por sí sola puede considerarse la líder y vencedora de "la era del cuarzo" que estuvo a punto de tumbar a toda la industria suiza, y barrer del planeta cualquier recuerdo de un reloj mecánico. Su lanzamiento, a finales de 1970, del F-100, el primer reloj de resina del mundo (por algo en "Alien, el octavo pasajero", Ridley Scott lo elegiría como reloj futurista), demostró que podía realizarse un reloj con los nuevos materiales, ligero, y asequible a la vez.

Luego rizarían el rizo con los DW-5600E, al incorporar fibra de vidrio a la resina, y de nuevo este año, lanzando el primer modelo de fibra de carbono en una caja de composite y a un precio competitivo, poniéndose de nuevo en la vanguardia en este tipo de materiales para reloj, algo hasta ahora exclusivo de firmas de altísimo lujo y de exclusividades impensables.


No es extraño que Casio lanzase su primer reloj Casiotron en 1974, tras haber resultado vencedora en lo que se llamó "la guerra de las calculadoras" frente a Sharp, a mediados de los sesenta. Esa tecnología de LCI que les permitió vencer en el terreno de las calculadoras se aplicó entonces a los relojes, siguiendo los principios de que su electrónica debía estar al alcance del mayor número de personas posible.

De esto dan buena cuenta sus números: antes de la llegada de los F-100 y las generaciones Marlin y G-Shock, Casio tenía una facturación de 4,8 billones de yenes, en 1976. En 1981 el salto había sido brutal: ya facturaba 58,7 billones de yenes.


En los noventa Casio puede decirse que acuñó por sí sola el término de "reloj deportivo", u "ordenador de muñeca". Cuando todos los relojes eran enormemente mediocres o anodinos, ellos irrumpieron con la línea Pro Trek. En junio de 1999 lanzarían el PRT-1GPJ, el primer reloj con GPS del mundo, pero la historia empieza muy atrás. En 1994 llega al mercado el primer Triple Sensor de la serie, el ATC-1100, y en el 2000 logran pasar, con el PRG-40, de mediciones superiores a los 10.000 metros de altitud.

Un año después, en noviembre de 2001 se presenta el mercado el primer modelo que combina radio-recepción con tecnología de recarga solar, el WVA-300. Se acabaron a partir de entonces la necesidad de elegir entre radio-recepción o solar. Esta combinación de tecnologías, eligiendo las más completas y útiles para el usuario, se reinterpretaría después con los Bluetooth con recarga solar, y recientemente, con la inédita combinación de Tough-Solar, radio-recepción, Bluetooth y GPS, en el insuperable (hasta el momento) GPR-B1000.

Esta es, por supuesto, sólo una pequeña muestra de la rica historia, innovaciones y tecnología que Casio ha ido haciendo posible y poniendo al alcance de sus clientes, usuarios y consumidores. Una tecnología que aúna calidad, innovación, sencillez, robustez y comodidad, y que no tiene parangón en ninguna otra marca de relojería del mundo. Por eso, hoy, los productos de Casio siguen siendo insuperables.



| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com