Mi modelo de Casio pone "Japan O". Cada letra corresponde a una línea de producción, y se dice que el nombre de cada línea está representado por una letra que corresponde a su vez con la inicial de una ciudad japonesa. "O" puede corresponder, por tanto, a Osaka, una ciudad con más de dos millones y medio de habitantes, situada al sur de Japón, cerca de Kyoto (que, por cierto, Kyoto podría ser perfectamente la Japan K).
La letra "H" se sabe desde hace tiempo -al menos así lo aseguran un gran número de personas, yo no he leído ninguna documentación oficial que lo afirme, pero sí se dice- que corresponde a Hiroshima. Esta ciudad, situada al oeste de Japón, en Chugoku, y perteneciente a la prefectura del mismo nombre, es tristemente famosa por ser la primera ciudad donde sus habitantes, tanto civiles como militares, sufrieron las consecuencias de la primera bomba atómica, lanzada por Estados Unidos el 6 de agosto de 1945. La segunda, como bien sabéis, fue Nagasaki, el 9 de agosto de ese mismo año.
Puede que solo sea una coincidencia, pero parece irónico. Paradójico. Los estadounidenses no lo vieron, no se dieron cuenta ni siquiera aquéllos que tuvieron el nuevo smartwatch de Casio en las manos, el WSD-F10. Y no lo vieron porque en Casio a muchos de los que les cedieron para probar les cortaron la cubierta trasera del reloj poniendo en su lugar una advertencia sobre la FCC (la organización norteamericana que regula las señales de radio y telecomunicaciones en ese país). Pero, ¿qué es lo que había en aquella placa? Pues había -hay- la letra H. De Hiroshima.
Puede ser coincidencia, repito. Puede ser una simple casualidad que Casio haya querido recordar, llevar o mencionar Hiroshima precisamente un día en que acababa de clausurarse la celebración del setenta aniversario (fue en 2015) del brutal bombardeo. Un recuerdo solapado a los norteamericanos sobre los hechos acontecidos durante la II Guerra Mundial, que pondrían fin a la misma con la rendición incondicional de Japón y lo que fue una deshonra para el entonces emperador, Hirohito.
El pueblo japonés jamás se repuso de aquello, y aunque ahora la ciudad de Hiroshima esté hermanada -curiosamente- con Honolulú, en Hawai, desde 1959, Japón nunca ha podido olvidar los horrores de un ataque atómico que fue, y sigue siendo con diferencia, el más cruel de la historia sobre una población civil totalmente indefensa.
| Redacción: Zona Casio
Como me encantan estos reportajes conspiranoicos.
ResponderEliminarQue forma más humillante y deshumanizada de terminar una guerra, el país que tiro la bomba y que no quiero ni pronunciar se tenía que mirar al espejo, con el lanzamiento de las dos bombas atómicas rubricaron su sentencia y su deshumanización como País, no hay palabras para calificar lo que hicieron con Japón, fue algo monstruoso, para que luego vayan dando lecciones morales, vergonzoso.
ResponderEliminarNo me extraña que los medios que estuvieron en el CES no se dieran cuenta. Eran gente muy familiarizada con Smartwatches, y con Android, pero con un desconocimiento absoluto de Casio.
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