Más datos sobre el smartwatch de Casio: su correa es su batería

Casio continúa luchando a brazo partido por intentar equilibrar lo que sería un reloj con grandes prestaciones y muchas funciones, con la posibilidad de un tiempo de uso prudencial. Lo último que han estado haciendo, probando y testeando para su smartwatch nos deja bastante sorprendidos: han recurrido a la propia correa como espacio de almacenamiento para la batería de iones de litio. Dicho de otra manera: la correa se convierte en "la pila" del reloj.

Ya habíamos visto soluciones ingeniosas y muy parecidas en el mercado. Marcas como Mont Blanc ya ofrece su "e-Strap", una correa que convierte sus relojes en smartwatches (o "lo que sea"), añadiendo una segunda pantalla, un segundo dispositivo, un segundo reloj... Bueno, puede ser una solución algo disparatada, pero se vende, está disponible y no es la única marca que ofrece algo parecido. Así que no puede decirse que Casio haya inventado la rueda, pero sí que recurre a algo que pocos habían hecho antes. Pero ¿por qué no lo había hecho nadie? Bueno... por varias razones.




Una de ellas es elemental: si la pila de tu reloj es tu correa, como te quedes sin ella, la rompas o la pierdas, te quedas sin reloj. Y lo peor es que no puedes ir a una tienda y adquirir otra genérica. No obstante esto tampoco es tan grave, ya que la mayoría de las marcas de smartwatches (y de cada vez más relojes de todo tipo) diseñan relojes con correas exclusivas, de manera que o no le sirve, o no puedes ponerle ninguna que no sea la suya propia. Además, para evitar el peligro de una pérdida accidental porque se nos enganche con algo, la correa va atornillada a un cilindro dentro de las asas del reloj, como en algunos G-Shock.

Un inconveniente mas es que esta correa es eso...: una correa. Por lo que el reloj solamente podría ofrecer variantes con correa, y no con armis, aunque si la tecnología les funciona y les resulta útil, diseñarla para adaptarla a unos eslabones del armis no debería ser difícil, aunque los eslabones deberían estar conectados entre sí y..., en fin, que cuantos más elementos existan más probabilidades hay de que algo se estropee en el reloj.


Otro de los peligros es que si ya de por sí las baterías de iones de litio son peligrosas (pueden explotar sometidas a determinadas temperaturas, y sueltan gases nocivos), y por eso se incrustan dentro del cuerpo del dispositivo electrónico, ponerle una batería en un medio que tiene que ser flexible y va a sufrir mucho trasiego diario como es un reloj es algo complejo. Para ello Casio ha tenido que diseñar un sistema de válvulas que desvía el reflujo que pueda producirse de los gases de la batería al cuerpo del reloj, evitando que se acumulen en la correa y pueda llegar a quemarnos el brazo. Para evitarlo incluyen además una válvula de emergencia a activar en caso de presión extraordinariamente elevada.

En estos esquemas técnicos puede verse ese novedoso dispositivo en concreto (por cierto que, como podéis observar, en realidad no tiene una batería, sino que tiene dos, una a cada extremo), y también el sistema de conexiones de la alimentación de la correa al reloj, mediante un mazo de cables flexibles parecidos a los que se usan en los ordenadores, o en los circuitos de los teléfonos móviles.


Por el momento esta es una de las soluciones que barajan, aún en fase de tests, avanzados, eso sí, pero que ya nos sugiere que están invirtiendo horas y buscando cosas diferentes, por rebuscadas que sean, para incluir en su smartwatch. Puede salir mal, o puede salir bien, pero por lo menos que no lo han intentado no se les podrá reprochar.










| Redacción: Zona Casio