Como tú mismo, nadie

Ya sabéis que la bicicleta es mi vehículo preferido y el que uso habitualmente. Por lo general suelo hacerle yo el mantenimiento, pero hace unos días se la dejé a un mecánico de un taller por un tema de centrado de llantas. Mientras estaba allí el mecánico se encontraba reparando MTBs de todo tipo, ya que el verano es la época del año que más carga de trabajo tienen. Aprovechando la ocasión le pedí también que le hiciera algunos ajustes en mi bici, que me cambiara unos elementos de la potencia y ciertos ajustes en la dirección.

Mi sorpresa fue cuando vi cómo lo hacía: apretando las tuercas sin llave dinamométrica ni respetando par alguno, y cambiándome el protector por otro en un estado bastante lamentable (rayado y con parte de la pintura quitada). Me quedé estupefacto, y más aún cuando, al llegar a casa, descubrí con sopor que solo me había centrado la llanta delantera, pero no la trasera y, al centrarla, además, ni se había molestado en reajustar los frenos. Recordé entonces por qué no llevo mis mis relojes a la relojería, desde aquella vez que cierto relojero me dañó la trasera y las asas del reloj por la simple tarea de cambiarle una pila. Y algo parecido con mi bicicleta.




A la vez que yo, estaba allí un chico adquiriendo su nueva bici. El mecánico le baja la tija, sin ajustarle siquiera el sillín ni mirar la altura de la potencia ni re-aceitar la tija (vital en los cuadros de aluminio), "y lo manda para casa" tal cual. No me quise ni imaginar las personas que fueran a ese establecimiento creyendo que se llevaban su reluciente bicicleta perfectamente ajustada, sin ser realmente así. No quiero tampoco ni pensar en la cantidad de personas que dejan sus bicis (y su seguridad) en las manos de ciertos "mecánicos", que ya no es que se preocupen de hacer lo mínimo, sino que ni siquiera eso mínimo lo hacen bien. La cantidad de personas que saldrán de allí creyendo que sus bicis están perfectamente ajustadas y con sus tornillos apretados al par adecuado, y resulta que en realidad están apretados "a ojo".

Por fortuna, salvo en ciertos componentes que se requieren herramientas especiales (dirección, eje pedalier, bujes y casette), el mantenimiento de una bici puede hacerlo uno mismo, siempre y cuando ponga algo de empeño y paciencia. Pero hay personas para todo.

No hace mucho mientras esperaba que me atendieran en una tienda de bicicletas, aparece un señor con un impoluto traje azul oscuro y corbata roja, llevando su BTT "a rastras", una bicicleta de gama alta, con frenos hidráulicos, con la rueda trasera pinchada. La llevaba para que le arreglaran un pinchazo (unos 20 euros, sino recuerdo mal, le cobraban por ello). Reparar un pinchazo es una de las tareas más comunes en una bici, ¿cómo se las iba a arreglar si le pinchaba en mitad del monte y no sabía cómo hacerlo? Bueno, por fortuna siempre hay productos tecnológicos para ayudarle (como sprays reparapinchazos), pero no sé por qué cargar con eso si puedes llevarte un par de parches y un poco de pegamento que ni ocupan ni pesan casi nada. Y entonces recordé que probablemente fuera una de esas personas que llevan su coche al punto kilométrico exacto, cargando en él con la bici, hacen unos minutos de ejercicio y regresan a todo correr para volver a meter la bicicleta en el maletero.


No quiero con esto ir contra los mecánicos ni contra los relojeros, seguro que hay muchos y muy buenos, y que parte de la culpa la tenemos nosotros (compramos tanto por internet al extranjero que cada vez más tiendas tienen que cerrar), pero por desgracia los buenos mecánicos, como los buenos relojeros, cada vez escasean más. La mayoría están ahí por tener un trabajo, por ganar un sueldo, por salir del paso sin nada de aspiración ni motivación.

Incluso gente que se la presupone apasionada del mundillo. Aún recuerdo cuando esto del MTB empezaba y llego a una tienda de un famoso ex-ciclista pidiendo un casco, y otro cliente le pregunta para qué era eso que me ponía en la cabeza (los profesionales aún llevaban "chichoneras" de aquella), y el famoso ex-ciclista le responde: "es la moda". Qué curioso: "la moda" ahora resulta que es obligatoria por ley.

| Redacción: Zona Casio