Siempre que veo un Ape me vienen a la mente aquellas pequeñas furgonetas y furgones que había, de tres ruedas, que además de carga (bastante más carga que un Ape, por cierto) podías llevar contigo a otro pasajero, y disponían incluso de volante, como los Trimak. Su asequible precio, sus reducidas dimensiones y su polivalencia en general hacían que fueran ampliamente usadas por los servicios de mensajería y de transporte urbano. Hoy en día esos servicios se tienen que conformar con un vehículo mixto si quieren algo que se le parezca, aunque claro, el vehículo mixto no tiene la misma filosofía y cuesta muchísimo más.
Más atrás aún en el tiempo BMW tenía su Isetta, un coche de tres ruedas que valía lo mismo que un scooter de ahora, y con el que podías no solo recorrer la ciudad, sino hacer viajes más o menos largos (dependiendo de la paciencia del conductor, tampoco es que corriera mucho) llevando contigo a varios amigos. Incluso ahora hay clubes que los sacan a recorrer bastante distancia.
El modelo más parecido que podríamos encontrar ahora sería el Renault Twizy, pero con un precio bastante elevado y encima las baterías con las que funciona no son tuyas: te las alquilan por mes. Y el Twizy ni siquiera tiene puertas (solo tienen una especie de barra de plástico lateral) cosa que el Isetta sí tenía (una, pero tenía).
Con los relojes ocurre otro tanto. Por un precio asequible podrías comprarte uno de aquellos AE ana-digi, o incluso un Marlin. Hoy en día sólo Casio mantiene algo de aquella filosofía, aún podemos disfrutar de modelos ana-digi con sus AE Series, y de modelos con una notable resistencia al agua y módulos completos, con temporizador, calendarios automáticos y múltiples alarmas. El resto de marcas se han ido "cayendo del saco", han ido adoptando la filosofía de vender lo caro -como los automóviles de ahora-, y en ellas solo podemos encontrar (las que los tienen) relojes digitales de lujo. Bajo su paraguas han surgido marcas mediocres (por usar un término generoso para con ellas, porque mejor las llamaría "marcas basura") que ofertan relojes digitales "tirados de precio" pero con módulos que dan auténtica vergüenza. Otras tienen módulos más completos, pero a precios poco asequibles.
En cualquier caso, y dentro de todo ese maremágnum de marcas medias y bajas, no hay ninguna que nos ofrezca la variedad de antes. Sí, muchas de ellas tienen muchos relojes, pero básicamente son el mismo producto con colores de exterior diferente. Algo verdaderamente discrepante, un reloj distinto al otro y con funciones variadas, animaciones y diseños distintos, sólo lo tiene Casio.
Sí, la filosofía de antes ya no existe. Ahora primero es el capital, lo que les pueda hacer ganar un producto, y en segundo término está el servicio al cliente y la funcionalidad. No es que los diseñadores o los ingenieros se hayan quedado sin ideas, es que los gestores de las compañías miran más por sus departamentos contables que por sus clientes y por la innovación. Temo el día en que Casio decida seguir esos insulsos caminos. ¿Qué nos quedará? Comprar relojes de dos euros en los chinos con dos puntos en el centro sustituyendo al segundero. Ni soñarlo. Guardaré una caja llena de AE-1000 sin pilas para que mis sobrinos y nietos no tengan que sufrirlos.
| Redacción: Zona Casio
Esperemos que Casio no decida optar nunca por ese camino, han pasado tiempos peores, por ejemplo la crisis de los 90, y jamás abandonaron la gama básica con buena calidad y precio.
ResponderEliminarEs más, estoy convencido que es una postura tan correcta, que no tardaremos mucho en ver más apuestas de este tipo. Quizás sea Seiko quien vuelva, o Q&Q, ...
¡Ojalá tengas razón, Guti!
ResponderEliminarDebe ser mi vena romántica, que sigue teniendo ganas de competencia de calidad en el sector, como ocurría en los 80.
ResponderEliminarEl tiempo nos dirá.