Usar los usan, aunque no se las vea

Al contrario que con otras aficiones como las motos, el bricolaje o las artes marciales, donde suelen dominar los hombres, en el mundo de la relojería se da una llamativa curiosidad: un gran número de usuarios son mujeres. De hecho las mujeres, más que los hombres, encuentran en el reloj una parte insustituible de su vestuario, siendo uno de los complementos más importantes.

Son bastantes las mujeres que escriben al correo de Zona Casio, precisamente haciendo este tipo de consultas sobre determinados modelos. Al contrario que los hombres, la mayoría de ellas tienen unos modelos bastante bien definidos. Pero sin embargo luego, "de cara al público", es muy raro verlas haciendo comentarios, dando consejos u opiniones.



La mayoría de chicas tienen al reloj como parte de su vestuario, y por eso a un gran porcentaje de ellas no les importa las funciones, ni tienen en cuenta su tecnología ni las prestaciones del reloj, aspectos a los que los hombres les solemos dar mucha más importancia. La combinación de colores y la estética es para ellas crucial, inclinándose -por lo general- por relojes analógicos frente a digitales. El movimiento de las agujas las cautiva mucho más que los más varoniles displays digitales.

Casio sabe todo esto muy bien, y no en vano su línea Sheen es una de las que mayor éxitos cosecha entre las féminas, mientras que Baby-G languidece con un volumen de ventas muy por detrás de su competidora. No resulta extraño, por tanto, que tecnologías como la Tough-Solar tengan mucha mayor presencia en Sheen y G-MS que en Baby-G.


Al contrario que ocurre en G-Shock, donde sus relojes son usados por hombres de cualquier edad, los Baby-G suelen tener como clientes principales a chicas jóvenes, por debajo de la treintena.

Eso sí, los relojes son objeto habitual de debate y opinión en artículos de revistas de moda y estilo, pero no en blogs ni páginas especializadas. Para la mayoría de las mujeres el reloj es importante como lo son los bolsos o los zapatos, pero no encuentran en ellos la pasión que les ponen los hombres. Quizá porque los hombres los ven más como una máquina que les acompaña, y no como un objeto decorativo.

| Redacción: Zona Casio