El nuevo GBD-200 de G-Shock. Imagen: Zona Casio
Desde el pasado año de 2019, Casio ha comenzado a implementar tecnología de cuarzo termocompensado (oscilador de cuarzo con compensación de su temperatura) para mejorar la precisión de algunos de sus relojes. Hay que señalar que la exactitud de un reloj electrónico depende de varios factores, como la calidad del cuarzo, de su aislamiento, oscilación a las temperaturas y pureza. Es un fino equilibrio bastante difícil de mantener, y que exige que el oscilador esté lo mejor aislado posible y su fabricación se realice en salas con atmósfera limpia (las conocidas como "salas blancas").
Pero eso no es todo, con las constantes tensiones se produce en el cuarzo el fenómeno de las impurezas, generadas por la propia vibración (estrés mecánico). Por lo tanto, en algunos relojes de gama alta se utiliza un cuarzo "envejecido" (se dice que Citizen y Seiko para sus movimientos de élite llegan a envejecer sus cuarzos durante tres meses con el fin de medir ese efecto y poder tenerlo en cuenta), logrando así un oscilador más fiable a esas tolerancias. Eso explica también por qué a medida que un reloj tiene más años, se vuelve a la vez más impreciso.