Leía el otro día, justo cuando presentaban en Casio su PRW-61 de bio-plástico, que Casio tenía un problema con los plásticos. En los comentarios de aquel post lo traían a la memoria varias personas. La realidad es que Casio ya no puede esconderse: fabrica plásticos. Ellos mismos lo confirmaron sin cortapisas al anunciar el PRW-61 de Pro-Trek.
A todos nos ha hervido la sangre al ver las escenas dantescas de zonas vírgenes de los mares sepultadas bajo toneladas y toneladas de plásticos, aves marinas y peces muertos porque confunden el plástico con comida, o los graves efectos en la biodiversidad, el paisaje, y en la especie humana. Hasta tal punto que se han llegado a prohibir legalmente, bajo penas de multas gordísimas (hasta los 2 millones de euros), algo tan habitual y básico como bolsas, cubiertos y pajitas hechos de plástico. Todo lo que sea de un solo uso, en definitiva. Y esto es solo el principio.