11.26.2011
Prueba: Casio Edifice EFD-1000D-1VE, el último digital de acero de Casio
Corría el año 2006 y Casio anunciaba, allá en el mes de octubre de ese año, el lanzamiento de unas versiones digitales con caja maciza de acero inoxidable dentro de su línea media-alta, Edifice: los EDF-1000 Digital Series. Sería la última vez (hasta el presente) que Casio fabricase un modelo digital íntegramente con caja de metal. Desde los años 80 Casio no había tenido ningún modelo de semejantes características. Y era ya hora de lanzar algo así.
Este modelo no es uno de los mejor logrados de Casio (y, por ende, tampoco de Edifice), pero su completísimo módulo del que disfruta (el 3057) en donde podemos, por ejemplo, visualizar la hora actual en todas las pantallas, y su característica construcción en metal hace que sea uno de los más atractivos y, sin lugar a dudas, será uno de los más importantes en cuanto a modelos más característicos a conservar. Sus puntos negativos principales son dos: el primero, una pila de solo tres años de duración (bueno, por aquél entonces, y aún ahora, muchos de los modelos Edifice poseen pilas de dos años de duración, así que todo hay que verlo desde cierta perspectiva), y el display invertido, puesto que en todas las versiones (Casio lanzaría seis en total) ninguna de ellas tuvo un display sin invertir, en lo que sí variaban era en el color de sus correas y en los colores de algunas partes en la cara frontal del reloj.
Como acabo de decir, del EFD-1000 hubo seis versiones: el EFD-1000D-1V de nuestra prueba, con pulsera en acero inoxidable, y cinco más con correa de resina: EFD-1000-1V (correa en negro), EFD-1000-2V (correa en azul), EFD-1000-4V (correa en rojo), EFD-1000-7V (correa en gris) y EFD-1000-9V, con la correa amarilla. Todos ellos tenían el mismo display y lo único que variaba eran minúsculos motivos de color en el decorado del frontal.
Ese mismo año de 2006, en el mes de febrero concretamente, el sello femenino de Casio, Sheen, lanzó también su propia versión (una buenísima idea, sin duda, para no dejar a las féminas sin su reloj digital con caja de metal); eran los SHN-1002, con versiones en correa de piel o pulsera en acero inoxidable. Además, y en este caso, también existía una versión con display sin invertir, de fácil lectura, en el SHN-1002L-7ADF. Estos relojes compartían todos el módulo 2962. Su punto negativo es que sus baterías duraban aún menos que las de sus "primos" de Edifice: poseían una CR1216 con energía para apenas dos años solamente.
En realidad, dichas versiones Sheen aparecieron antes que los propios EFD-1000, puesto que estos no verían la luz hasta el mes de octubre, ocho meses después.
Pero ahí no acaba todo: en marzo de ese año Casio también presentaba sus modelos digitales con caja metálica de la línea Futurist, eran los LA-2000D y LA-2001 que incluían una caja de acero con marco de aluminio, con total ausencia de resina (salvo en las versiones LA-2001, que poseían correa de resina). Estos relojes también eran femeninos ("LA", de "ladies"), y suponía el penúltimo modelo metálico íntegramente digital de Casio, antes de los EFD-1000, como hemos mencionado al inicio de este reportaje, que serían los últimos hasta la fecha. De todos ellos os acompañamos este post de una imagen resumen a modo de recuerdo.
El EFD-1000D es digno heredero, por tanto, de los modelos digitales metálicos de Casio y es uno de los pocos modelos con módulos y tecnología "actual" y totalmente digitales que se pueden encontrar en los últimos años. Confiemos en que Casio no abandone este concepto y podamos ver otro representante de aquéllos S220, A-680 y similares dentro de poco tiempo. En realidad, el EFD-1000D es un guiño al DW-1000 de 1982, no en vano comparte la numeración, aunque el DW-1000 era resistente al agua hasta los 200 metros (y no los 100 como en el Edifice), tenía una pila de nada menos que 7 años de duración, y una precisión mejorada de unos sorprendentes +/- 15 segundos por mes. Su calendario no contemplaba los años bisiestos. El mismo diseño con marco oscurecido del DW-1000 también es revelador y un esbozo del diseño del propio Edifice.
Mencionar también que este EFD-1000D posee un marco de carbono bajo el cristal mineral, justo en el borde entre las leyendas de las funciones y bajo las letras "Casio" y "Edifice". Aparte del indiscutible y exótico toque que le da el carbono, uno no puede evitar preguntarse: ¿no hubiera sido más adecuado haberle incluído en lugar de dicho marco, unos paneles solares y así incorporarle un acumulador en lugar de una pila? Porque, ¿qué sentido tiene, en un reloj que pesa la friolera de 142 gramos (algo lógico, porque todo en él es "puro acero") meterle un marco de fibra carbono? En fin, misterios de Casio. Claro que a la vista de esta pieza estética, ya queda bastante evidente el por qué Casio no lanzó ninguna versión de este modelo con display "normal" (o sin invertir, como prefiráis llamarlo), y es que el contraste de un fondo blanco con ese marco negro de carbono puede que no resulte demasiado elegante. Para no quedarnos con las dudas lo hemos hecho nosotros de manera un tanto burda, y he aquí el resultado. Podéis comparar en la imagen cómo quedarían los dos displais. Juzgad vosotros mismos. Personalmente, aún con el marco negro y todo, me parece mucho más bonito el display sin invertir, es una lástima que Casio no lo haya comercializado así.
El diseño "en abanico" de su parte inferior derecha, numerado del 0 a 10, son diez espacios que se animan según pasan los segundos (de diez segundos en diez), en el modo normal (en el modo cronógrafo, la animación aumenta su velocidad), pero que no sirve de nada, ni estética ni visualmente, puesto que los espacios son tan pequeños que con el display en negativo apenas se ve (ni aún con buena iluminación).
Lo mejor:
- Robusta caja de acero con un marco en doble canal (que termina en arista). Esto hace que el cristal esté más protegido ante golpes imprevistos, es una especie de protección intrínseca.
- El cierre de la pulsera es típico en los Casio, pero en este caso el bulbo de unión que fija el cierre está mucho mejor construído, es más ancho y parece también más resistente. El acabado final del cierre es en acero mate (no pulido), que le da un toque más cálido y agradable a esa zona.
- El módulo 3057 es impresionante, de lo mejor en Casio. Cargado de funciones y con toda la información muy bien estructurada sobre la pantalla.
- Diseño rectangular que recuerda a los clásicos de Casio. Todo un acierto.
- Íntegramente realizado en metal, incluso los bornes topes de la unión con la pulsera. Si, además, se hubiera comercializado una versión íntegramente en titanio, Casio lo hubiera "bordado".
- La retroiluminación es magnífica, de buena lectura y con gran contraste. Lamentablemente, esto también tiene su punto negativo: dada la poca duración de la pila, no es conveniente usarla de forma habitual. Por lo tanto, no podemos recurrir a esta característica para salvar su oscuro display polarizado.
Lo peor:
- Display invertido. Como podéis ver en las imágenes, el display polarizado del EFD-1000 no es que no se vea mal, es que directamente ni se ve, aun con una iluminación medianamente buena. Y eso a pesar de que posea unos números de generosas dimensiones, pero el cristal mineral muy plano (y reflectante) no colabora en nada a mejorar la visión, más bien al contrario. Incluso comparándolo con otro de los más "ennegrecidos" de Casio, el GW-M5600C, no logra mejorarlo.
- Los botones son de fácil pulsación, pero sobresalen bastante de la caja, pudiendo dar lugar a que fácilmente sean rallados o dañados.
- La pila dura únicamente 3 años. Por un poco más de peso, hubiera sido más conveniente incluir pila de larga duración o, incluso, volverlo Tough-Solar (aunque se prescindiera del marco de carbono).
- El cierre de seguridad de la pulsera de metal está bien, pero los topes que posee dan la sensación de ser proclives al desgaste, por lo que al cabo del tiempo dicho segundo cierre puede que, en lugar de hacer su función, se suelte con cualquier movimiento y acabe siendo una molesta pieza. Hubiera sido mucho más acertado carecer de esa pieza, como en muchos otros modelos de Casio. Con el cierre primario hubiera sido suficiente.
- La pulsera es difícil de limpiar, los eslabones, con un bonito diseño de doble acabado (una parte más lustrosa), están bastante mal escalonados y cuesta encontrar el punto justo de corte para adaptarla a la muñeca. Además, el cierre solo tiene ajuste por uno de sus extremos, no por los dos (como es habitual en muchos), lo que dificulta aún el sentirse cómodo con esta pulsera. Si a esto añadimos el enorme peso del conjunto, nos encontraremos con un reloj bastante difícil de llevar en el día a día.
- Otro de los grandes problemas de este reloj es lo anormal de su modelo de pila. La CR1612 (no confundir con la CR1216) es muy difícil de encontrar, al menos en España, ya que muy pocas marcas la fabrican, y las genéricas (como Duracell o Energizer) no la tienen en sus catálogos.
En resumen
El EFD-1000D, fuera de para nostálgicos, es muy poco recomendable, puesto que como reloj es prácticamente inservible por su dificilísima lectura. Toda una lástima, puesto que el reloj, en general, está muy bien, tanto diseñado como estructurado en sus funciones, gracias en parte a un magnífico módulo que Casio ha desaprovechado en éste reloj.
| Redacción: Zona Casio
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Pasará tiempo hasta que Casio saque uno así, me parece a mí.
ResponderEliminarLastima de display invertido, el reloj esta bien, pero no sive para nada: no se ve absolutamente nada. Y la pila no hay quien la encuentre en las tiendas. Una chapuza total por parte de casio sacar algo asi. Es como si lo fabricaran para no venderlo.
ResponderEliminarMe gustaría que la gama Edifice se complementara con más modelos digitales... El display invertido no me convence, pero ojalá lo carguen de más tecnología: Tough Solar, Radiocontrolado, ...
ResponderEliminarEs un reloj de muy difícil visión. Su pantalla es muy chica y complicada su operación.
ResponderEliminarEs un reloj con una pantalla muy chica difícil de leer.
ResponderEliminarSiempre he sido un chico de reloj digital en la muñeca, y llegó un momento en el que pensaba que los relojes digitales de resina no lucían como para vestir. Este reloj creo yo que ha sido la excepción a la regla, un reloj 100 % digital con el porte suficiente para asomar bajo una camisa blanca vistiendo de chaqueta.
ResponderEliminarSé que puede haber otros digitales que hagan ese mismo trabajo de lucir bien con un atuendo elegante, pero siempre consideré este reloj como un modelo único. Lástima que Casio dejara de seguir esa línea de ofrecer un reloj digital 100%, metálico a la altura. Haría buena competencia a los relojes más lujosos que se ven en las muñecas de gente que viste de chaqueta.
Yo la verdad estuve a punto de comprarlo hace ya más de una década. Un día salí del trabajo, me llegué a un Corte Inglés y me sorprendió bastante verlo en la sección de relojería. En aquellos años ya era treintaañero con un trabajo que la gente vestía elegante y los relojes clásicos de Casio en mi muñeca desentonaban mucho con mi ambiente de trabajo. Aún así, el precio de este reloj no me terminó de convencer y no lo compré.
Coincido en la información que se facilita en este artículo. Es un reloj que se ve pesado nada más a la vista. Creo que estoy ya demasiado acostumbrado a los relojes light como para ponerme semejante carga en la muñeca. En fin, me gustó mucho pero no lo compré. Aunque en ocasiones casi me arrepiento, pero bueno, años más tarde me compré un Edifice analógico-digital para los momentos en los que deba ir algo más elegante.
Creo que Casio ofrece soluciones para todos. Pero coincido con el sentir popular de los que admiramos Casio que hay un modelo que siempre esperamos y no termina de llegar. Yo en su momento pensé que era este EFD-1000. Pero creo que no. Creo que el reloj que está por llegar debe ser uno puramente ochentero, digital y metálico como en aquella época. Sinceramente cansa un poco que te compres un digital Casio de aspecto metálico y que el simple roce de la camisa desgaste la pintura imitación metal que llevan.
Seguiremos esperando el gran día.