Entre los G-Shock y los Collection básicos había una serie de relojes, una línea muy admirada pero sin definir, que no era muy conocida salvo por los más fieles seguidores de la marca y por los usuarios más fervientes de sus relojes. Casio la ofrecía como una alternativa robusta, pero más asequible y polivalente que sus famosos G-Shock. A ella pertenecían modelos como los DW-290 o DW-295, pero también otros más antiguos y ochenteros, como los W-290 o los W-770.
Es evidente que los años noventa fueron sin duda los años dorados de esta línea, en los cuales pudimos disfrutar de versiones tan asombrosas como los mencionados DW-295 o los impactantes DW-285, sin lugar a dudas dos de los modelos más representativos de entre los que estamos hablando.