Hay quienes piensan que los G-Shock son relojes para niños. Hechos de plástico, llenos de vivos colores, y expresamente sobredimensionados innecesariamente, muchos consideran que llevar un G-Shock después de la adolescencia, ya casi como edad límite para lucirlo, esta mal visto. Es como ir arrastrando un "caminador" (también llamado palo de arrastre o "andador") o ir montando en un correpasillos por la acera. En fin, no soy de esa opinión por supuesto, pero a veces y en algunas ocasiones, G-Shock nos lo pone verdaderamente difícil para no pensar así. Un ejemplo de esto lo tenemos en la última colaboración de G-Shock con Transformers. Di tú que si no había marcas más propias para este tipo de lanzamientos, pues no, ha tenido que ser con un juguete para niños. Y ciertamente la excusa que dan en Casio, de que Transformers también cumple su 35 aniversario, no me sirve. Si eso fuera suficiente, 35 años también cumple el National Democratic Institute, el CEE, o el Instituto Reuters, por mencionar solo unos pocos organismos e instituciones. Claro que, puestos a elegir, la NORD (organización para los desórdenes raros) también cumple 35 años, y no he visto ningún G-Shock x NORD. Eso sí sería bastante más de agradecer.
También es verdad -y este es un hecho innegable y confesado por la propia G-Shock-, que los clientes de sus relojes, sus usuarios, cada vez son más y más jóvenes. Adolescentes que les mueve el color, quizá el embajador de marca del momento, o cautivados por las formas tan rebuscadas con las que G-Shock intenta captar su atención.