Hay personas a las que les gustan mucho los tatuajes, pero admitámoslo: son un rollo (¡qué razón tenía tu madre cuando te advertía que no te pusieras "eso" ahí!). Primero elegir la temática (que luego, dentro de unos años, puede ser que no hubieras puesto ese tema jamás), elegir el lugar de tu cuerpo, mantenerlo para que no quede, con el paso de los años, un feo "manchón"... Eso sin olvidar que a veces quieres lucir algún adorno/reloj/pulsera o joya, y el tatuaje debajo te lo "estropea" todo. Tras el boom de hace unos años de tatuarse todo el mundo (boom al que colaboraron, cómo no, los programas de la telebasura venidos de los yankees) ahora hay otro boom: el de los arrepentidos por sus tatuajes, algunos corriendo graves riesgos por quitárselo y, otros, casi preferirían cortarse el brazo que continuar "con ese cutre dibujo ahí".
Pero hay soluciones intermedias, y si quieres lo mejor de ambos mundos, un tatuaje, y poder retirártelo cuando te canses de él, lo mejor es elegir tatuajes temporales.