Llevo tres días de constante ajetreo y la única comida que hago al día es una merienda cuando llego a casa. La gente con la que me encuentro me suele preguntar cómo hago para no subir de peso, así que ya saben cual es mi secreto.
Pero bien, supongo que no estás aquí para bajar unos kilos, claro, así que te contaré: siempre que me desplazo a uno y otro lado cobra un protagonismo importante la hora. A qué hora tengo que llegar, qué hora llega el autobús o tren, o a qué hora salir de un sitio para poder llegar a otro... De tiempo de cuando tenía el AE-1200 o el DB-36 sufro un pequeño trauma, que no sé si tú también habrás padecido: se trata que los botones del reloj se pulsen "solos". Al ponerte o quitarte una chaqueta, o al colocarte la mochila o tropezar con algo, en ocasiones se pulsa sin querer un botón y el reloj cambia de modo. Cuando te pones a consultar la hora te llevas un sobresalto, hasta que caes en que el AE-1200 ha cambiado "por sí solo" al horario mundial, o que estás en la pantalla de cronógrafo con el contador activado, o cosas peores (por ejemplo, con una alarma activada que no viene a cuento).