Como bien sabéis todos hasta la saciedaaaaaaaaaaaaaaaaad!!!, (tranquilos, no os lo vamos a repetir) el ingenio detrás del primer G-Shock fue el de Kikuo Ibe (sin menospreciar a su grupo del Team Tough, por cierto, que no se por qué siempre se les olvida mencionar). Pero el responsable de su diseño, es decir, del aspecto exterior, pronto pasó a estar bajo la dirección de Ryusuke Moriai, del cual ya hablamos en otras ocasiones en ZonaCasio porque -recordaréis- fue el artífice detrás de otros superventas, como el F-91.
Lo que no se suele comentar tanto es el aspecto final que iban a tener aquellos primeros G-Shock. Moriai recaló en Casio en 1985, es decir, el Team Tough ya había logrado realizar un reloj resistente a partir de los primeros 200 prototipos creados para G-Shock, y el DW-5000 ya había visto la luz sin pena ni gloria (bueno, la verdad es que con más pena que gloria).