Dígitos que desaparecen misteriosamente, acabados que parecen hechos con muy poca calidad, alarmas que llevan a confusión... Ten cuidado si todo eso no sea simplemente porque hayas adquirido un Casio falso o defectuoso, no destinado a la venta. La compra por Internet nos ha ofrecido muchas ventajas en forma de comodidad y descuentos, pero también un gran riesgo de comerciantes que, amparados en el anonimato y la distancia, no dudan en colocarnos la peor mercancía o incluso modelos falsos sin ningún rubor. Por eso es vital comprar en sitios de confianza y de calidad, aunque el precio sea ligeramente superior.
Tan grave es el problema que en Casio han tenido que tomar cartas en el asunto, y tras sus múltiples esfuerzos en añadir códigos holográficos, han inaugurado una página especial advirtiendo sobre los sistemas de fraude que se usan para distribuir algunos de los relojes, queriendo imitar o simular un modelo auténtico o comercializable.