A pesar de que fui el responsable durante bastante tiempo de un blog de tuning para coches, confieso que acabé saturado. No me va nada y cada vez me va menos, y en relojería me causa repulsión hasta las manías (afortunadamente ahora menos que antes) de algunos de invertir displays o hacerlo "hydro" (o sea, ensuciar el reloj y "enguarrarlo" con aceite).
De manera que, aunque lo pongo como curiosidad, ya os podéis imaginar que la idea de este señor (que si se gana la vida con ello un aplauso para él, contra eso no tengo nada) no me agrada demasiado. Mejor dicho, no me agrada nada.