Me ha encantado lo de este chaval. Se hace llamar Rempei, tiene 11 años y una de sus aficiones es la de realizar todo tipo de artilugios en cartón. Como cualquier niño de su edad, sus preferidos son juguetes, en especial naves espaciales de Star Wars. También vehículos (tiene un Bugatti Veyron que bueno, no es la octava maravilla, pero el chico le pone ganas, que es lo que importa).
Pero de entre los juguetes de pronto ha enseñado algo que me ha llamado poderosamente la atención: ¡un G-Shock MT-G! Sí, así es, como es lógico lo que más le atraen son los objetos inalcanzables, que solo pueden existir en su imaginación..., hasta que él los hace reales. Superdeportivos, naves espaciales, y una de las bestias más elitistas de G-Shock, el MTG-B1000 (o eso parece, la verdad que no ha dicho el modelo, sólo que es de Casio) en concreto.