No hay nada nuevo bajo el sol, decía alguien, y ya está todo inventado. Incluso la solución a los problemas de autonomía que sufren los smartwatches actuales también está inventada. La inventó Seiko. ¿Cómo? Pues con el sistema de recarga por movimiento, la denominada tecnología Kinetic. O, más propiamente, la tecnología Direct Drive, que forma parte del universo Kinetic.
Nadie se asusta cuando su reloj de cuerda tiene una reserva de carga de treinta, cuarenta o cincuenta horas, y cada día tienes que volver a "alimentarlo" (darle cuerda). Sin embargo la mayoría sí ponemos el grito en el cielo cuando, como en el caso del Apple Watch, nos encontramos con un smartwatch al que se le agota la batería en apenas unas horas. ¿Por qué lo hacemos?