¿Te imaginas estar realizando una ascensión, y que tu reloj te avise cuando tu nivel de oxígeno en sangre sea bajo, o cuando la sudoración sea excesiva y corras el riesgo de deshidratarte? ¿Te imaginas que tu reloj te informe en todo momento de tu nivel óptimo de hidratación? Pues eso, dentro de poco, ya puede ser una realidad.
Muchos de los wearables actuales ya incorporan sensor óptico de ritmo cardíaco, una función que, por cierto, ya llevaban los Casio en los años ochenta (como el Casio JP-100, o el BP-100 de la imagen de cabecera, de principios de los noventa). Pero ahora Kyocera se encuentra desarrollando un nuevo sensor que va más allá, y es tan miniaturizado que solamente mide 1mm de alto, 1,6mm de largo, y 3,2mm de ancho. Esto lo hace óptimo para equipar relojes (no solo smartwatches, sino relojes-herramienta como los multisensores Master-of-G), y smartphones.