Tras el fiasco de los GAX-100 de G-Lide para el verano, ya temíamos que Casio fuese a hacer lo propio con sus modelos invernales, pero por fortuna no, ni mucho menos: a finales del mes de septiembre Casio comenzará a vender (inicialmente en Japón) el nuevo modelo del invierno 2016/2017: el GLS-6900. Inicialmente en cuatro variantes (todas invertidas menos la estándar) este modelo se caracteriza, como todos los de esta serie, por un LCD específicamente diseñado para las bajas temperaturas, capaz de resistir hasta -20ºC. Su módulo, el 3450, es muy completo, ofreciendo iluminación Super Illuminator, el espectacular cronógrafo de los G-Lide invernales (de 1.000 horas), temporizador de 24 horas, horario mundial, alarma múltiple -con función de flash-, y sonido de los pulsadores desactivable. Su precisión es también otra de sus bondades, con unos +/- 15 segundos por mes. Además, Casio ha mejorado su autonomía gracias a la utilización de una pila CR2025, o sea: lo mejor de los mejores G-Shock en cuanto a módulos, de los G-Shock de siempre (y ya pueden quedarse con todos los Premium que quieran, mientras sigan presentando preciosidades como ésta que vemos).
Fantásticos los colores elegidos, en especial el de la versión estándar, sin duda la mejor (el GLS-6900-1JF), con la combinación más clásica de G-Shock. El resto de variantes (como la GLS-6900-9JF, en negro, y la GLS-6900-2JF, en dorado) tendrán las barras Bull-Bars con recubrimiento iónico, mientras que la estándar y la GLS-6900-2AJF serán de metal desnudo.