Si recordáis la evolución de los teléfonos móviles, hubo un momento de no retorno, de encrucijada entre la tecnología existente en aquellos tiempos y la que estaba por llegar. Inició esta pequeña revolución Siemens, con el S10, cuyos menús estrenaban, en aquellos anodinos LCDs de la época, algo muy llamativo: el color. Luego vendrían las pantallas LCD con tecnología como la STN o TFT, y aquéllos displays durarían un suspiro. En Casio ocurrió algo parecido con sus relojes, y lanzaron en su día pantallas de cristal líquido a color (con su tecnología Duplex), pero en este caso, en lugar de evolucionar -como ocurrió con los móviles- hacia displays a todo color, dieron un paso atrás y abandonaron pronto esas características.
El modelo G-3011 es un buen representante de lo que os acabo de contar, con un efecto a dos colores para sus dígitos muy bien conseguido, en cuyo display, además, no sólo se podían cambiar de color estos dígitos, sino las grafías de sus diversas animaciones.