Las víctimas que se están añadiendo a la larga lista de empresas damnificadas tras apostarlo todo a los smartwatches se incrementan por momentos. El último en añadirse a ella han sido los poderosos de Intel. Esta compañía adquirió por nada menos que alrededor de 100 millones de dólares la compañía Basis, ¿la intención? Lanzar un reloj inteligente "y comerse el mundo".
Con la tecnología y la fama de Intel, y la sapiencia de Basis, parecía una apuesta ganadora. Allá por 2014 se las prometían muy felices y lanzaban por todo lo alto su primer wearable, el Basis Peak. Con un precio inicial de poco más de 200 dólares en USA (que acabarían siendo casi 300), parecía ser, encima, un producto muy competitivo. El hecho es que no triunfaron, apenas se supo más del reloj, el site web oficial para la ocasión languidece vergonzosamente y solo un pequeño aviso en azul nos informa de que el reloj tan soñado, esperado y ansiado, ahora mismo está "unavalaible". O sea, que ya no está disponible. Por desgracia, Intel no pudo cerrar ese capítulo, y lo peor es que ahora sus víctimas son quienes lo compraron en su día.