Casio W-98, uno de los digitales con frontales más bonitos que te puedes encontrar

Durante los años noventa Casio aprovechó los módulos 549 que en los ochenta habían montado una gran variedad de relojes old-school (como los W-780), para colocárselo a una serie de modelos que, en esos años, pertenecían a la gama medio-baja de sus relojes. Tal era el caso de los W-71, o de los W-720.

Estos módulso habían dejado de ensamblarse en Japón, y se montaban en la extinta factoría de Casio en Corea. En esa década, la de los años 90, es cuando los digitales de este tipo empezaron a padecer más problemas, puesto que el público cada vez era menor y la atracción por la relojería digital había pasado como una moda durante los ochenta. Sólo quedaban vestigios, y Casio se esforzaba por ofrecer relojes llamativos sin tener que complicarse demasiado con módulos, por eso en esa década de los noventa encontramos una de las mayores riquezas visuales en los frontales de los digitales de Casio, ya que el fabricante japonés exploró todo tipo de diseños con el fin de atraer a un público muy variado, y también resultar de interés para sus clientes más jóvenes.




Un buen ejemplo de todo esto que os contamos es el de este Casio W-98, que con un módulo más que conocido, nos ofrecía a todos un diseño de frontal enormemente peculiar. Un grueso cristal de resina de generosos bordes permitía combinar diferentes tonalidades de color, eso junto a unas leyendas típicamente noventeras daba como resultado un reloj divertido y juvenil, a pesar de que, como decimos, su módulo no era demasiado innovador (pero sí muy completo).

Parece que este modelo no tuvo demasiada difusión fuera de mercados asiáticos, en donde -como el W-59- Casio estaba muy bien introducido y tenía gran cantidad de público. Pero sí es una muestra de la enorme variedad de estilos que era capaz de ofrecernos Casio ya en su línea más genérica, con unos relojes vistosos sin dejar de ser por ello enormemente funcionales.