Este es el primer "F" de la historia, el Casio F-1

Lástima que se encuentre en ese estado tan lamentable, estos modelos no tenían muy buena vida, en cualquier caso (estaban destinados, sobre todo, a niños), pero sí, es el F-1, el primero de una larga lista de F's. Obviamente no es "el primero" históricamente hablando (el primero es el F-200), ya que su módulo (el 350) no es muy antiguo (comparado con otros Casio de los ochenta, claro). De hecho el modelo data de 1984, en diciembre de ese año Casio lo pondría en el mercado, de manera que ya había algún que otro "F" detrás de él (F-7, F-80, F-200, F-300...), pero sí es el primero de esta histórica serie, el que tendría el honor de llevar ese "uno".

Es muy difícil de ver este reloj (en todos los años, he visto muy pocos modelos), no sé si es que Casio lanzó muy poquitos, o si apenas sobrevivieron (viendo su estado, puede ser una mezcla de ambas cosas), y ya veis, trasera de plástico, típico módulo hiper-básico (ni siquiera fecha, que como en los F-30 había que pulsar otro botón), y el pulsador inferior escondido (no el superior, que suele ser lo habitual). Pero hay más curiosidades en torno a este reloj.




Se dice que estos módulos tenían una pila que no se le podía sustituir, pero no es del todo cierto. En realidad, el 350 que monta el F-1 sí se le puede sustituir (lleva una de las más populares de Casio, CR2016 con autonomía para 5 años, ya en aquella época era una pila bastante moderna, frente a las habituales BR), el módulo que llevaba pila "soldada" (burradas de la época) era el 895, que llevaba otro reloj imposible de encontrar hoy en día (y muy poco visto también): el F-26. En este lo que ocurría era que..., ya lo veis: la caja era una única pieza, así que alguien intentó cambiarle la pila y, en el proceso, acabó con medio reloj.

Por eso mismo, al agotarse la pila muchos de ellos serían arrojados al vertedero, ¿para qué conservar un reloj, que no puedes ponerle pila - aunque en realidad sí se pudiera -? Y los pocos que lo intentaron y lo consiguieron, ya veis, lograron que volviera a funcionar, pero destrozaron el reloj. Eran otros tiempos, hoy en día puede que nos llevásemos las manos a la cabeza (por fortuna), pero en mitad de los ochenta, imaginaos: "ya vendría la gente del 2.000 a limpiar nuestros excesos desde otro planeta", porque lo que muchos pensaban era que, casi con toda certeza, en el 2020 habríamos colonizado prácticamente toda la galaxia. La realidad, penosa y tristemente, es bien distinta. La realidad es que en pleno 2020 estamos debatiéndonos entre la vida y la muerte con una pandemia global, y añorando aquéllos relojes - no éste, pero sí otros de la época - duros como rocas, robustos como ninguno, y con una increíble variedad de opciones y variantes.



| Redacción: ZonaCasio.blogspot.com