Y al final, ¿tú qué haces en casa?

Me acaban de enviar un mensaje los de Eventos del Motor, que cancelan todas las actividades, y que de momento se quedan en casa (como muchos otros). Peor lo llevan otras empresas, Euromaster por ejemplo, acaba de anunciar ERTE para el 70% de su plantilla en sus sucursales de toda España, tras haber dejado bajo mínimos el 60% de sus talleres. Supongo que a partir de ahora despidos, cierres en cadena de todo tipo de empresas y ERTEs a mansalva, será la tónica habitual en los próximos días. Pero mira tú, peor es coger el virus y palmarla, ¿no? Vamos, digo yo.

Por lo que parece, en este país de responsabilidad empresarial, poquita, muy poquita (qué narices, nunca la ha habido, no vayamos a pedir milagros ahora).




Decimos esto porque seguramente en estos últimos días de confinamiento obligatorio, muchos habréis pensado, o tal vez se os haya pasado por la cabeza, eso que ponemos en el titular: ¿qué puñetas hacemos en casa?. No, esto no es plato de buen gusto supongo que para nadie. Bien es cierto que algunos estarán bien contentos y a gustito en su casita, pero en vacaciones o por placer, no por una pandemia que pone en peligro millones de vidas. Esa es la razón, no lo olvidemos, la auténtica razón, y no el divertirnos, el pasarlo bien o, como algún portal de ayer, regalando porno para la borrachera colectiva.

Hace unos meses, con la pandemia azotando a China, las compañías tecnológicas respondieron para salvar su cadena de suministros yéndose a otros países asiáticos. La mayoría se fue a Vietnam, mientras que Casio, junto con otras, recurrieron a Tailandia. Sin embargo se ha visto cómo esta es una crisis mundial, y porque traslades tu cadena de suministros o producción de país, el virus no se va a detener. El virus no conoce fronteras, las pasa como si no existieran.


En España el estado es dispar. He estado buscando tiendas que venden por Internet, unas han cerrado no solo físicamente, sino su tienda virtual (algunas hasta el día 30, ni más ni menos...), otras han decidido seguir vendiendo online (es lo único que está permitido para este tipo de negocios). Supongo que muchos temen comprar sus relojes por Internet, pero no deberían preocuparse: no corren mayor peligro que el que tenemos cuando vamos a comprar un producto alimenticio en una tienda. Su envase puede contener virus sin que nosotros lo sepamos, pero la ventaja de un reloj es que puedes lavarlo y desinfectarlo. Ya lo hemos dicho aquí muchas veces, así que no dejes por ello de disfrutar de un reloj nuevo, si quieres y puedes, en este tiempo. Porque si quieres aprovechar estos días para perseguir y pedir ese reloj en el que llevas tanto tiempo pensando, puedes hacerlo tranquilamente. Y si temes algo o eres un poco hipocondríaco, puedes meterlo bajo el grifo en cuanto te llegue.

Peor lo tienen, insistimos, los usuarios de teléfonos móviles. Samsung ha llegado al punto de ofrecer - en algunas de sus tiendas de ciertos países - desinfección gratuita por medio de luz ultravioleta de los terminales de sus clientes que lo deseen. Es una de las pocas maneras que existen de desinfectar con seguridad un smartphone porque la mayoría de estos aparatos, por desgracia, no pueden lavarse a conciencia con agua y jabón. Tu reloj sí.

| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com