A principios de la era del cuarzo, los relojes digitales y analógicos vivían una competencia feroz entre ellos. Más o menos puede decirse que en los años setenta estaban al mismo nivel, y era igual el prestigio y estilo que podía inspirar un digital, que un modelo con manecillas. ¿Qué ocurrió, entonces, para que ahora solo estén mucho más considerados los relojes analógicos, y sólo estos ofrezcan cajas de metal?
A principios de los años ochenta se empezaron a popularizar las cajas de plástico, y su llegada al mercado afectó directamente al reloj digital.
En su libro "Manufacturing Time: Global Competition in the Watch Industry, 1795-2000", Amy Glasmeier lo explica muy bien:
"La demolición real de la industria digital barata fue el advenimiento del reloj de plástico. Irónicamente, cuando los productores de relojes pudieron bajar los precios por debajo de los 20 dólares gracias a la introducción de cajas de resina, los consumidores se rebelaron. Los consumidores prefirieron entonces un reloj de metal, rehusando comprar relojes de plástico. Para competir, pronto los relojes convencionales con cajas de metal alcanzaron también esos precios que rondaban los 20 dólares, lo que llevó a que el reloj digital de plástico desapareciese por completo del mercado. (...) Dado que los relojes digitales vendidos iban cayendo en picado, las ganancias y las firmas participantes también decrecieron".
Para entonces los relojes digitales, y el reconocimiento de ellos y su popularización, había decrecido notoriamente. El reloj digital barato con caja de plástico pasó a ser considerado un elemento caduco y pronto se quedó marginado por los relojes analógicos. En los años noventa sólo unas pocas firmas fabricaban relojes digitales con cajas de metal, y ésto se fue extendiendo durante los años venideros. Hasta el día de hoy, el reloj digital está anclado a la condena de la caja de plástico, mientras que los analógicos viven una segunda juventud y los mecánicos, con cajas de metal, han recobrado el protagonismo y vuelven a ser considerados relojes de un alto valor y con una gran popularización. Los digitales han pasado a ser relojes de actividades deportivas esporádicas, baratos y/o para niños.
Se puede decir por tanto, y atendiendo a cómo están las cosas y lo que está por venir, que quien tiene todavía un digital de metal hoy en día en un estado más o menos bueno, realmente tiene un tesoro.
| Redacción: ZonaCasio.com
Habrá un "back up" en algú nlado de ese libro "Manufacturing Time: Global Competition in the Watch Industry, 1795-2000", Amy Glasmeier? Gracias!
ResponderEliminarYo tengo digitales de metal, pero son los nuevos collection de Casio, así que vamos a ver que pasa dentro de unas décadas si suben de valor.
ResponderEliminarEso mismo he pensado siempre, que el exceso de plástico conllevo el abaratamiento de los digitales y los acabo arrinconando y desfavoreciendo con respecto a los relojes analógicos, por eso es tan importante el que existan relojes digitales en acero si queremos que finalmente acaben sobreviviendo a la vorágine de las agujas.
ResponderEliminarMaravillosos esos Casio Casitron, se veían muchísimos hacia finales de los 70`y principios de los 80´eran unos relojes contundentes y muy llamativos, es una lástima que ya no se fabriquen este tipo de relojes.
Sergio Ochoa, desgraciadamente hace mucho que no hay Casio Collection de metal. Son de resina pintada, sólo el brazalete es de metal.
ResponderEliminarHay un punto en el artículo que se pasa por alto, y es que los digitales se impusieron, efectivamente por su precio barato comparado con los analógicos, pero también por sus funciones. En aquella época, un reloj analógico con cronógrafo, rondaba los 300$, y eran mecánicos. Un digital, ofrecía eso y más por 20$.
Pasaría bastante tiempo, hasta que los movimientos analógicos de cuarzo, implementaran esas complicaciones, al fin y al cabo, aunque el tiempo lo dictara un cristal, las agujas y engranajes seguían siendo mecánicos, y entonces casi se igualaron los precios entre cuarzos digitales y analógicos.
Supongo que para competir, los digitales se fueron al reloj asequible, la gama baja, lo que hoy representa el F-91W, desprestigiando así su valor. Si alguien quiere un reloj práctico, compra un F-91W, pero si quiere un reloj, compra un analógico. Es un razonamiento lógico, pero equivocado, un digital, es más fácil de operar, cuantas más funciones tenga comparado con un analógico, y sobre todo, es capaz de presentar más información al mismo tiempo.
Así que así estamos ahora. En un mundo que los digitales se ven como relojes baratos, y nos complicamos con analógicos en donde es imposible representar toda la información que en la actualidad demandamos.
Me uno a la petición. Donde se puede conseguir el "Manufacturing Time: Global Competition in the Watch Industry, 1795-2000"?
En la librería del pueblo lo podéis conseguir... :D, jaja, no, en serio, no se donde se podrá conseguir en formato electrónico, pero para echarle un vistazo o leerlo online lo podéis ver en Google Books:
ResponderEliminarhttps://books.google.es/books?id=cVUSauNST8EC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false
Es un libro muy interesante, lástima que no haya -o si la hay no la conozco- una traducción al español.
Casio GW-5000
ResponderEliminarGW-5000
ResponderEliminar:-)
Mil gracias!
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