En el foro de Watchuseek está habiendo un interesante debate sobre un problema de una serie limitada Men in Black del GD-400. Este modelo, en su versión invertida, tiene un display en el cual los dígitos (como ocurre en la mayoría) no se ven con demasiada claridad ante escasa luz pero, por contrapartida, se puede ver claramente los defectos que tiene el módulo, en este caso la suciedad incrustada en él.
Su poseedor, un cliente que dice haberlo comprado de estreno en una tienda -porque la primera sospecha que tenían algunos, y con razón, es que el reloj fuera de segunda mano y alguien lo hubiese abierto- descubrió con asombro cómo se veían en su interior ciertas "arenillas", pequeños rastos de suciedad que obviamente no dificultaban la visión de la información del reloj, pero sí eran molestos.
Lo llamativo es que no tardaron en aparecer otras personas con problemas parecidos, entre ellos un poseedor de un PRG-300, en este caso con display en positivo, el cual para solucionarlo tomó una solución expedita -que también le aconsejaron al dueño del GD-400-: agitar el reloj hasta que la "porquería" se fuera "para otro lado" y dejara de molestar.
Es una solución que puede gustar más o menos (a mí desde luego no me gusta), pero en una industria como la de la microelectrónica, donde se vigila hasta la más minúscula mota de polvo (el ambiente es muy limpio porque hasta el sudor de las manos puede dañar los delicados circuitos o las memorias de estado sólido con la que se trabaja) uno no entiende cómo puede llegarse a extremos de lanzar a la venta relojes con suciedad en sus módulos. Es cierto que, más o menos dependiendo del ambiente, se puede formar condensación bajo el cristal -aunque en las factorías también suelen controlar bastante la temperatura-, pero que un reloj te llegue con motitas de polvo en su interior no es, desde luego, una experiencia demasiado agradable para nadie. Y menos aún que la única solución que te den sea la de meter esas motitas "por otro rincón". Me recuerda -con cierta gracia, permítaseme, entiendo que para quien lo sufra no es ni mucho menos gracioso- a eso de esconder el polvo debajo de la alfombra para evitar recogerlo.
| Redacción: ZonaCasio.com
Si es un reloj nuevo no hay muchas más opciones que dejarlo así, excepto tal vez hacer un reclamo por garantía, porque abrir un reloj siempre implica cierto riesgo de que se dañen los tornillos, la caja, que ya no selle contra el agua, e incluso que ingresen otras partículas. Eso en el caso que efectivamente venga el reloj con ese defecto, porque parece que no es algo que pasa comunmente.
ResponderEliminarNo olvidemos que una forma de abaratar costes es ahorrar en control de calidad, cn resultados como este.
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