Kikuo Ibe: "el problema de los smartwatches son las baterías"

Kikuo Ibe, uno de los ingenieros creadores de G-Shock, realizó unas declaraciones acerca de lo que piensa sobre los smartwatches, y confesó que dos son los mayores problemas que les ve: uno de ellos es su limitadísima autonomía, con unas baterías de muy poca capacidad, y la otra es el pequeño tamaño de su pantalla. Por primera vez, además, reconoció que Casio se encuentra trabajando en la actualidad en ambas cosas con el diseño de un nuevo smartwatch -algunos de los esquemas ya los hemos ido viendo en este blog-, y adelantó también que van a trabajar con una versión smartwatch para G-Shock. Dijo que "no será un producto que vayamos a comercializar en un par de horas", pero que sus intenciones son la de ofrecer un G-Shock de ese estilo porque "es el futuro".

También contó que este nuevo G-Shock no tendrá esos problemas de autonomía que tienen los smartwatches actuales, pero bueno, todos sabemos cómo es Casio a la hora de crear expectativas con sus productos, así que esto habrá que tomárselo con cierta prudencia.




Precisamente ayer se filtró en una página china la batería que llevará el nuevo Apple Watch 2 (en la segunda imagen), y es que también en Apple parece dejarles sin dormir la problemática de la ridícula autonomía de su reloj (apenas un día). Así, la nueva versión de su reloj inteligente, que se espera sea presentado en septiembre junto con el iPhone 7, llevará una batería más grande de 334 mAh, que sustituirá a la actual de 246 mAh aunque exteriormente el reloj no cambiará en nada. Este aumento de capacidad de su batería hará que se pueda almacenar en torno a un 36% más de energía eléctrica que el Apple Watch actual.

Éste es el problema de los smartwatches, y no me refiero a que, como acertadamente dice Ibe, sus pantallas sean pequeñas y sus baterías con un almacenamiento energético ridículo, sino a ¿qué harán ahora los que se han gastado sus buenos cientos de euros en adquirir el Apple Watch? (El cual, además, tampoco es que haya pasado mucho tiempo de su llegada a España). ¿Lo tirarán a la basura? ¿Se quedarán con un modelo ya superado tan ampliamente por su sucesor? Ésto es lo que menos me gusta de los relojes inteligentes: su obsolescencia. Vas a comprar lleno de ilusión tu nuevo modelo de reloj, sabiendo que dentro de unos meses saldrá una actualización (bien de software, que no pueda cargarla tu dispositivo, bien de hardware) y tu tan adelantado y preciado gadget tecnológico se vuelve inservible. Da igual lo mucho que te guste o lo mucho que hayas ahorrado para conseguirlo. Eso, con los relojes "de siempre", no ocurre. Pero a los fabricantes les interesa más vender estos nuevos tipos de dispositivos, claro. Por eso para ellos es el futuro.

Por fortuna aún podemos elegir relojes digitales con pilas de muchos años de duración, solares o simplemente mecánicos a cuerda y sin falta de enchufes ni pilas. La pregunta será: ¿hasta cuándo lo podremos hacer? ¿Sabrán las generaciones futuras que hubo un tiempo en donde uno se compraba un reloj, y era para toda la vida?

| Redacción: ZonaCasio.com