Las víctimas que se están añadiendo a la larga lista de empresas damnificadas tras apostarlo todo a los smartwatches se incrementan por momentos. El último en añadirse a ella han sido los poderosos de Intel. Esta compañía adquirió por nada menos que alrededor de 100 millones de dólares la compañía Basis, ¿la intención? Lanzar un reloj inteligente "y comerse el mundo".
Con la tecnología y la fama de Intel, y la sapiencia de Basis, parecía una apuesta ganadora. Allá por 2014 se las prometían muy felices y lanzaban por todo lo alto su primer wearable, el Basis Peak. Con un precio inicial de poco más de 200 dólares en USA (que acabarían siendo casi 300), parecía ser, encima, un producto muy competitivo. El hecho es que no triunfaron, apenas se supo más del reloj, el site web oficial para la ocasión languidece vergonzosamente y solo un pequeño aviso en azul nos informa de que el reloj tan soñado, esperado y ansiado, ahora mismo está "unavalaible". O sea, que ya no está disponible. Por desgracia, Intel no pudo cerrar ese capítulo, y lo peor es que ahora sus víctimas son quienes lo compraron en su día.
Las autoridades europeas acaban de lanzar una alerta de consumo porque ahora se ha descubierto que el reloj puede calentarse excesivamente y el lado donde va instalada la batería puede producir quemaduras. Intel ha respondido de modo inmediato, y ha emitido un comunicado advirtiendo a los clientes que no se pongan el reloj hasta que se realice una actualización del software que, en teoría, evitará -o al menos paliará- este grave contratiempo. Actualización que -aclaran- se podrá instalar remotamente.
No obstante, Intel ha querido curarse en salud -acertadamente, a mi parecer- y añaden que, si aún así la gente no se fía del smartwatch o temen usarlo, que pueden devolverlo sin compromiso y se les devolverá íntegramente el importe que pagaron en su día.
Desde luego, no puede decirse que hayan empezado con buen pie en este mercado de smartwatches que, aún así, muchos siguen viéndolo "muy prometedor".
| Redacción: ZonaCasio.com
Pues otro fracaso más. De Intel, y de los Smartwatches.
ResponderEliminarFrenemos y parémonos de la vereda de enfrente, no puede ser tan absurdo que un reloj (aunque sea smart, no deja de ser un reloj porque viene de esa familia) caliente!!! Y el fabricante nos diga que esperemos a usarlo porque requiere una actualización de software, para "tapar" un claro problema de hardware. Esto en los 80 habría sonado a chiste, y de los buenos...
ResponderEliminarEl próximo upgrade será llevar un radiador, un depósito de agua con refrigerante y un electroventilador?
La basura tecnológica tendría que estar prohibida, luego la culpa de que haya tantos residuos contaminantes la tiene el sufrido consumidor, que manera más sibilina de darle la vuelta a la tortilla y de culpabilizar a los usuarios constantemente con la espada de Damocles sobre su conciencia, habría que darle la espalda a todas estas empresas que van de aprendices de brujos.
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