No es la primera vez que Casio -ni ninguna multinacional, de hecho suele ser bastante habitual- se ve obligada a efectuar alguna llamada a revisión de sus productos, aunque aún estamos a la espera de qué es lo que hará con las unidades del GWG-1000 de G-Shock. Lo más probable es que directamente sea el SAT quien haga frente a los relojes con módulos defectuosos o mal ensamblados. Pero, repito, no será la primera vez. Ya en 2007 en los Estados Unidos (que suelen ser donde primero surgen este tipo de advertencias, debido a que las compañías corren el riesgo de tener que enfrentarse a millonarias demandas si los consumidores lo denuncian y les hacen oídos sordos) tuvieron que pedir a los clientes que devolvieran nada menos que 12.000 unidades de sus teclados electrónicos CTK-710. Todo empezó a raíz de cinco denuncias de consumidores que observaron que los teclados se volvían más calientes de lo normal, dos de los cuales acabaron literalmente incendiándose.
Algo más atrás, en 2004, Casio tuvo que revisar nada menos que 18.000 pianos porque los tornillos usados no eran los adecuados y provocaban que el asiento colapsara.
Peor aún le ocurrió en 1998. China no es Estados Unidos, y parece que allí no obraron con la misma seriedad. Tras un aviso de la Consumers' Association of Zhejiang Province (la asociación de consumidores de la provincia de Zheijiang) informándole a Casio de que sus modelos de calculadora Casio fx-3600pv y Casio fx-3900pv incorporaban numerosos errores de cálculo, el fabricante japonés hizo oídos sordos y cuatro años después continuaba vendiéndolas. La asociación estuvo peleando durante años con Casio para conseguir del fabricante japonés algún tipo de compensación hacia los consumidores chinos que habían adquirido durante tanto tiempo calculadoras defectuosas.
Finalmente, Casio aceptó pedir disculpas públicas y modificar sus manuales.
No obstante que el reconocimiento de un defecto de fabricación se alargue tanto en el tiempo no es extraño. Seis años tardaron los de KDDI en rectificar los fallos de sus baterías, algo que ocurrió en 2011, que montaban los móviles producto de la joint-venture entre Casio e Hitachi (que junto con NEC formarían en 2009 la NEC Casio Mobile Communications, Ltd.). Los móviles se habían estado montando desde los años 2007 hasta el 2009, incluyendo algunos de los famosos G-Zone.
Por lo menos, tenemos el consuelo de que ese defecto no fue culpa de Casio. Como tampoco lo fue la retirada del mercado de unas "supuestas" calculadoras con celdas construidas a base de cesio-88 de uso militar, que tenían la capacidad de funcionar durante miles de años (las "next generation eco-friendly calculator") pero que tenían la contrapartida de causar leucemia en los chavales. En fin, que ya ves que hay de todo.
| Redacción: Zona Casio
Esto de los errores de cálculo es más habitual de lo que parece. Os acordais del Pentium, no?
ResponderEliminarComo detalle curioso, se utilizan estos errores pequeños de redondeo, para discernir que integrado lleva cada calculadora.
No recuerdo ahora la URL, pero había una web muy interesante que analizaba estos errores en calculadoras de diferentes fabricantes, para indicar el chip que montaban.
Muy curioso eso de los errores
ResponderEliminarPara mi Casio no tiene ningún error. Ni uno. Sois muy jovenes.
ResponderEliminarDime tú de un CZ-101 malo. Lo digo por la foto que has puesto de ese sintetizador mítico. Saludos desde HdR.
ResponderEliminarGasparacha