Los relojes de Casio que se solapan entre sí

¿Nunca has tenido la sensación de, tras ver algún modelo de reloj, estar viviendo un deja-vu? No, no es un error en Matrix, es más bien una "alineación planetaria" de una gama de relojes que, como en Casio, es muy rica.

Curiosamente en Casio esto suele ser de lo más habitual, y no me estoy refiriendo a modelos antiguos que convivan con nuevos lanzamientos, no -que también ocurre-, sino a modelos que alcanzan también a los de reciente aparición. Tomemos por ejemplo a G-Shock. Cualquier "recién llegado" dirá que 5600 hay uno "y no más", pero se equivoca. Tienes el DW-5600, pero también tienes el GW-M5610, y no te olvides del DW-D5600P, del G-5600 (sí, aún se fabrica, es un GW sin radiocontrol) e incluso espera, que no hemos acabado: está también el GW-5000.




Si entramos a mirar los ana-digi de las GA Series nos podemos volver tan locos que puede que nos tengan que encerrar en un manicomio. Allí cohabitan la constelación de los GA-110 (hay tantas versiones que te puedes perder entre sus "estrellas"), de los innumerables GA-100 (ya he perdido la cuenta de las ediciones especiales y colaboraciones que han tenido usándolo como base) y de todas las variantes que han aparecido "y no se han vuelto a ver", como los GA-300, a los cuales, recordándolos, no podemos menos de suspirar pensando: ¿qué habrá sido de ellos?

Y Pro Trek no es tan diferente. Los PRW-6000 y los PRW-S6000 son tan calcados que pueden surgir las dudas de qué les hace de especial las diferencias en su denominación, y a ellos se les une ahora los PRW-6100 que tampoco es que vengan a aportar radicales innovaciones, fuera de las estéticas -de las que se aprovecha Casio en los movimientos ana-digi, modificando índices y formas, para colocar un nuevo modelo de reloj con un simple frotamiento de manos, como hacen todas las otras marcas, no lo olvidemos, porque esa es la ventaja de poseer un analógico: que puedes vender otro modelo como nuevo, aunque el músculo que lo mueva (su módulo) sea el mismo-.


Y es que ni Collection se libra de ello. A algunos podría costarles ver las desigualdades entre los AE-1000 y los AE-2100. Pero lo verdaderamente caótico se encuentra en sus analógicos. Se han querido exprimir tanto que uno apenas diferenciaría un MRW-200, MRW-S300 y un MRW-S310.

Quizá es que, como ocurre con los coches, todos los relojes de ahora los diseñan tan parecidos las marcas que apenas se diferencian por pequeños rasgos entre unos y otros. Antes -y es cierto- había identidad. Es verdad que se compartían módulos (ahí tenemos los Marlin, o muchos de los F), pero era fácil distinguir estéticamente por su diseño de leyendas, posiciones de las mismas y colores -además de adornos- cuales eran unos modelos y otros. Hoy son simples cambios de color, correas diferentes, más vistosas, o acabados y detalles en los índices. Cuando vas a comprar uno a una tienda -sea la marca que sea, y no solo en Casio, insisto- dudas incluso si es un modelo que acaba de salir o es una versión de uno ya existente. Carecen de la identidad que les otorgan los modelos digitales, digitales con carácter, como los GD-350: todo el mundo sabe que es un GD-350, lo vistas como lo vistas. Tiene personalidad. ¿Qué diferencia hay entre un GA-120, y un GA-200? Nadie lo sabe. Ni Casio tampoco.

| Redacción: Zona Casio