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Aunque los relojes analógicos no tienen mayor misterio, y su corona no ha evolucionado demasiado desde los primeros modelos a ruedecilla, en los digitales ocurrió algo bastante diferente, y ya desde los pocos años tras su aparición se contemplaron tres maneras diferentes de incluir los elementos de manejo y configuración del reloj (los pulsadores).
Una de ellas era la clásica de diseño recto: los pulsadores salían directamente de los laterales de la caja formando un ángulo totalmente recto con ésta. Ejemplos de este tipo de pulsadores son los de los antiguos W-720, W-721, o los que todavía se venden hoy F-91 o W-59.
Otro tipo de pulsadores eran los inclinados, que se desviaban hacia los extremos de la caja en diagonal a la línea de la misma. Esta posición era más anatómica y su finalidad era facilitar el manejo, acomodándolo a la forma de los dedos al operarlos, que siempre lo hacen en ángulo, y no rectos. Casio reservaba este tipo de pulsadores para sus líneas más exquisitas, y por eso muchos de los Marlin o los HD los llevan. Modelos con estos pulsadores eran la mayoría de G-Shock, Marlin y HD, como los DW-1000, W-550, W-22 o el W-240. Actualmente aún se pueden encontrar, en relojes como los W-215 o los B640/W-202.
El paso de los pulsadores clásicos de metal a los de plástico trajo consigo que este tipo de diseños cayeran en desuso, debido a que en los botones de resina se pueden fabricar con dibujos, estrías y formas de todo tipo sin casi incremento de coste ni complicación, aunque G-Shock los siguió utilizando inclinados, y todavía hoy muchas de sus variantes los llevan así. A eso hay que añadirle que la masificación de las cajas redondas trajo consigo que los pulsadores fueran todos inclinados levemente, siguiendo la forma de la caja y con el fin de no romper su simetría.
Pero aún existieron en tiempos un tipo de pulsadores más: los ocultos. Aunque muchos de los Casio incorporaban un botón oculto (el de selección y ajuste), Casio fue más allá en los peculiares modelos de la serie F-2x con trasera de resina, en los cuales todos los pulsadores estaban ocultos, dotándole al reloj de un aspecto característico y enormemente atractivo, como si careciera de botones. Casio era una de las pocas marcas que comercializaban relojes así. Antes había mucha variedad donde elegir (F-20, F-21, F-23, F-24....), por desgracia ahora solo nos queda como el último superviviente de ese concepto de reloj el F-28.
Como curiosidad, señalar que en Casio hubo modelos para todos los gustos: relojes con un sin fin de pulsadores, como los C-80 y C-801 de siete botones, o incluso con panel táctil como los AT-550 y AT-551. Hoy toda esa variedad ha desaparecido, aunque la llegada del próximo reloj inteligente del fabricante japonés, el WSD-F10, debería traer de nuevo a primera plana la operación táctil del reloj.
| Redacción: Zona Casio
inclinados y ocultos
ResponderEliminarYo tengk un F21 y si, parece que no tuviera sus botones.
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