No es solo un regalo

Hace unas semanas contaba en Radio Ibérica lo útil que había sido para mí el reloj que obsequiaban en Radio Nacional, en una época que ni el reloj más barato del mundo podía comprar.

Este tipo de obsequios, genéricos, para todo el mundo y sin idioteces de sorteos o gilipolleces parecidas -error que en su día cometimos aquí, pero que intentaremos no repetir más- que poquísimas veces hacen las marcas, nunca sabes a quiénes pueden alcanzar. Seguramente el regalo acabe en manos de personas que están hartas de todo, que tienen la holgadez económica necesaria para comprar cientos de ellos pero que participan por puro aburrimiento o para pasar el rato. Pero hay otras personas a las que realmente esos detalles les hacen un gran bien y les marcan profundamente, además de hacerles definitivamente grandes entusiastas a la marca.




Hace algún tiempo nos hicimos eco en Zona Casio de la fantástica iniciativa que tuvo la división de calculadoras de Casio. En ella regalaban a los primeros en escribirles, sin sorteos por medio ni historias, una calculadora científica.

Una de las personas que resultó agraciada con una de esas calculadoras fue el chico del que hace ya bastante tiempo os hablé aquí. Él se enteró (como seguramente muchos de vosotros) a través de este blog, y les remitió a Casio su participación.


Resulta que este chico, a pesar de toda su labor altruista, con gestos tan solidarios como que es donante de sangre y no tiene ni para comer (su familia recibe ayuda de Cáritas), está tratando de sacar sus estudios adelante yendo a clases de adultos. El caso es que, aunque en los exámenes les permiten calculadoras científicas (siempre y cuando no sean programables) me contaba que él solo tenía una calculadora estándar, de esas pequeñitas, con la que intentaba salir adelante. Eso hacía que tuviera menos oportunidades frente al resto que disponía de una científica.

El generoso gesto de Casio ha hecho posible que él no solo pueda presentarse con más posibilidades a los exámenes, sino que estudiar en clases sea ahora mucho más cómodo y agradable.


Mientras me lo contaba me enseñaba con todo orgullo cómo se manejaba su modelo Casio FX-82ES Plus, el procedimiento que había que realizar para realizar operaciones aritméticas de un modo natural (la Casio FX-82ES Plus es totalmente dot matrix) y lo fantásticas que le resultaban gracias a ella las clases de matemáticas. Concluía diciendo que en su clase todo el mundo usaba calculadoras científicas de Casio.

A veces las marcas se deshacen en grandilocuentes gestos diciendo que van a donar tal cantidad de productos a los refugiados de aquí o de allá, o a los países africanos de este u otro lado, y está muy bien, no tengo nada contra ello, lo aplaudo y por supuesto es de agradecer. Pero muchas veces nos olvidamos que a la puerta contigua a la nuestra hay gente sufriendo, con muchas necesidades y, por desgracia, un inmenso número de personas que se han quedado al margen, aparcados y marginados por las medidas anticrisis del Gobierno español, las cuales han salvado bancos y a sus amigos los poderosos, pero han pisoteado a los más humildes condenándolos a la miseria.


Que una marca como Casio, que no tiene nada que ver, que está para hacer negocio y que no tiene por qué hacer gestos así, llegue a cumplir el papel solidario que otras muchas ONGs e incluso organismos públicos no alcanzan a cumplir es enormemente ejemplarizante, y por supuesto muy a tener en cuenta al elegir a Casio por encima del resto de fabricantes.

Por cierto, que para darle también el protagonismo que se merece en nuestro blog a la división de calculadoras de Casio, os traeremos algunos modelos como protagonistas de una serie de reportajes que esperamos os gusten y os encanten, en los cuales pondremos toda nuestra ilusión y nuestras mejores intenciones.

Y agradecerle a Casio, en concreto a su departamento de calculadoras y en nombre de todas esas personas que no pueden hacerlo, pero que les ayudan en sus estudios y a poder labrarse un futuro mejor y con más oportunidades, el generoso gesto que han tenido y las numerosas opciones que ofrecen, tanto con sus calculadoras como con sus diccionarios, para que aprender sea algo más ameno, rápido y divertido. Sabemos que ese es su trabajo, pero si encima lo hacen tan bien no podemos menos que dejar constancia de ello. Porque otras marcas, que no nombraré porque son competidores y no me da la gana darles publicidad por la cara, y que también son multinacionales, podrían también fácilmente hacerlo, y sin embargo por desgracia no lo hacen.

| Redacción: Zona Casio