Haciendo adeptos a "la causa"

Desde que tengo recuerdo uno de mis mejores amigos llevaba un reloj de Lotus en su muñeca. Era un duro reloj de acero con armis de eslabones macizos y fondo de esfera en amarillo, del cual estaba muy orgulloso. Muchas veces le oía comentar el buen resultado que le había dado y lo cómodo que se sentía con él.

Pero hace un par de semanas le ví llegar sin él y me explicó que se le había roto el armis, se quedó sin pila, y que al final acabó tirando el reloj. Ya no llevaba reloj y usaba para consultar la hora -como cada vez es mas habitual en muchas otras personas- su teléfono móvil.




Entonces rebusqué entre mis relojes y le llevé un AE-1200 impoluto, con su caja, manuales y demás, y le dije que podía usarlo para trabajar para así no correr el riesgo de dañar -ni ensuciar- su smartphone. Con una pila de diez años de duración tendría reloj para mucho tiempo, y al no llevar armis podría sustituirle la correa cuando se deteriorase a un precio muy bajo. Podría haber elegido un G-Shock para regalarle, pero son, por lo general, tan aparatosos y molestos que sé que no se sentiría cómodo con uno.

Hace poco le volví a ver y llevaba con orgullo su AE-1200, ya no solo lo utilizaba a diario para trabajar, sino que no había podido desprenderse de él durante el resto del día. Por supuesto me sentí bien, no solo por haber logrado que hiciera tan buenas migas con un reloj tan completo y fiable como el AE-1200, sino porque podía contar con una persona más de Casio entre mi círculo de amistades. Casi todos los que me rodean ya llevan Casio, en detrimento de otras marcas y, curiosamente, en todos ellos Casio tiene un producto que se adapta a lo que necesitan. Este chico necesitaba un reloj con una pila duradera, y pocos hay que rivalicen con la circuitería de larga autonomía de pila de los Casio. Pero hay otros que son ecologistas hasta la médula, y esos conseguí darles a conocer los Casio solares. Ahora tienen unos cuantos de ellos que usan a diario, y los popularizan "calladamente" en múltiples reuniones y convocatorias que hacen. Otros sienten debilidad por los ana-digi, y en sus muñecas tienen modelos como los AQW-100 (uno de los ana-digi más equilibrados, a mi modo de ver, y sin embargo menos valorados).


Otros son más amigos de los vintage, y, por supuesto, de ellos nunca se separa un F-91 aunque vayan a las fiestas o acontecimientos de más alto postín.

No es que me sienta ni mejor ni peor el ver que a mi alrededor la gente usa cada vez más modelos de Casio, gracias a que los van conociendo mejor, ni de que yo vaya a ganar más o a ganar menos con esto (al fin y al cabo yo escribo en este blog porque me gustan los relojes Casio, como a vosotros), pero sí que les hago ver, siempre que puedo, la ventaja de poder lucir un Casio frente a tantas marcas clónicas de los mismos módulos chinos que ahora van extendiéndose cada vez más por todas partes. Por fortuna Casio no solo es sinónimo de reloj barato (que creo, honestamente, es toda una ventaja y una virtud en los tiempos que corren), sino de reloj de calidad. Ha ido dejando atrás ese concepto de reloj para usar y tirar, y lo ha ido cambiando a reloj que te puede ser fiel durante muchos años con unos mínimos cuidados.


Frente a las auténticas "birrias" con módulos dantescos y desastrosos que nos quieren colocar ahora, Casio sigue teniendo, más que nunca, ese papel de marca de referencia. Esa marca refugio a la que puedes acudir cuando quieres algo asequible sin temor a que te engañen, y con la probada calidad de un fabricante de los que, por desgracia, cada vez quedan menos.

| Redacción: Zona Casio