¿Se ha saturado Casio de cosas "que no nos gustan"?

Los últimos lanzamientos de G-Shock evidencian muy bien a dónde quiere llegar la marca y cual es su público objetivo. Durante estos meses prácticamente las novedades se han centrado en modelos de un rango de precios alto (Mudmaster, Gulfmaster -varios-, GPS Hybrid, G-Steel, G-Shock Mobile Link...), los cuales han ido copando las principales páginas en el protagonismo de las novedades de Casio.

Ciertamente son modelos muy buenos, pero inalcanzables para una gran mayoría de usuarios habituales de Casio. Si la mayoría de gente que solía comprar Casio Collection (o incluso que solía comprar G-Shock) apenas puede costearse un G-Shock estilo DW-5600, ¡muchísimo menos un G-Steel!




No recuerdo qué millonario decía "la gente no debería desear lo que no puede comprarse", es decir, lo que está por encima de nuestras posibilidades. Pero como soñar (y desear) es gratis, tarde o temprano llegamos a creernos que podemos aspirar a ser poseedores de esos relojes, aunque la verdad no sea esa.

Incluso nos llegamos a engañar a nosotros mismos viéndonos vestidos con un MR-G, codeándonos con la alta sociedad de Saint Tropez, cuando la pura realidad es que, aunque nos compremos con mucho esfuerzo el reloj, nos quedaremos sin dinero para costearnos hoteles, y mucho menos viajes a Saint Tropez, yates o coches de lujo. Pero aún así nos gusta engañarnos a nosotros mismos, pensar y creer que por disponer de tal o cual objeto (un reloj, en este caso) lo cambiará todo.


Con todo ello vemos claramente que Casio lleva un tiempo cambiando a los tipos de clientes que intentan satisfacer. Ya no somos la clase obrera que tiene que pelear cada día por sobrevivir y llegar a fin de mes con no pocos esfuerzos, sus últimos lanzamientos denotan un cambio radical de actitud, incluso en G-Shock (o aprovechándose de la popularidad y el tirón de G-Shock, más bien se podría decir), reforzando su exclusivísima gama Premium.

No, está claro que ese tipo de relojes no están ni dirigidos, ni pensados ni diseñados, para nosotros. Por lo tanto decir que Casio se equivoca con ellos, solamente porque nos resultan inalcanzables, no es solamente ser injustos y tener una visión muy limitada de todo el bosque, sino empeñarnos en cegarnos frente a lo que acontece ante nuestros ojos. El mundo ha cambiado, la sociedad también ha cambiado. Ya no queda mucho de lo que disfrutábamos como niños frente a un Casio de gama media que lo tenía todo, y que le dábamos la espalda al resto de marcas -suizas, especialmente- aunque fueran más caras. ¿Qué podríamos encontrar fuera, que no tuviésemos en Casio?

Pero ya nada es como antes. Y querer o empeñarse en que Casio se ancle en aquellos años es ir contra natura.


Hace bastantes años, cuando el boom de la telefonía móvil, lideraba un canal de ayuda y manteníamos un blog dedicado a la telefonía. Éramos en aquellos momentos uno de los líderes en España, y cada día atendíamos a miles de visitas y respondíamos centenares de dudas. Eran los tiempos de los preciosos 6600, de los Symbian, de la liberación de móviles... Cuando el mundo del móvil cambió a lo táctil yo fui de los pocos que me empeñé en continuar como estábamos: teníamos éxito así -y mucho-, ¿por qué cambiar? Pensé que los teléfonos móviles seguirían como tales, que siempre habría quien los usase. Hoy son smartphones, lo de "móviles" para muchos le suena hasta anticuado, y los teléfonos no-táctiles son una rara avis en el mercado. Mi empecinamiento acabó con los medios que tanto éxito nos habían dado: no supe ver los cambios (o no supe actuar en consecuencia), y el blog acabó languideciendo sumido en su propia apatía, superado por la actualidad que estaba emergiendo y devorándolo todo sin dejarnos apenas digerirlo. Algo que jamás creí que pasaría. No tardó mucho para que un compañero abriese un blog dedicado a los iPhone, y en menos de seis meses nos pasó por encima. Fijaros hasta qué punto, que la red de blogs en la que trabajaba llegó a eclipsarla, y acabó generando ese solo blog más beneficios que todos los demás juntos (incluyendo el de telefonía móvil).

Por eso, nos pese a quien nos pese, Casio avanza y aunque mantiene su nicho de relojes icónicos, sus últimos lanzamientos demuestran que ellos ven cosas que a veces a nosotros nos cuesta más ver. Puede que muchos de los Casio de ahora ya no sean para ti, y eso habrá que asumirlo nos duela o no. Sí, vale, todos hemos reconocido que pudiera haber un par, dos o tres modelos de G-Shock tan exclusivos y elitistas que estuvieran fuera del alcance de nuestros bolsillos, ¡pero nunca nos imaginamos que fuera toda una gama!


Antes, y hablo de no hace muchos años, podías pasar las páginas de un catálogo de G-Shock e ir marcando qué reloj te gustaría comprar. Y podrías adquirirlo con más o menos esfuerzo, ahorrando un poco (y no demasiado). Pero ahora puedes pasar las páginas de más de medio catálogo sin necesidad ni de detenerte a admirarlos, porque muchos de ellos ya eres consciente de que están muy por encima de tus posibilidades.

Y vamos a tener que ir acostumbrándonos a ello. El coleccionista de G-Shock ya no será un simple acaparador de relojes que busca chollos. Realmente deberá ser, cada vez con mayores razones, un gran inversor y un hombre acaudalado. Casi como si coleccionara obras de arte. Sí, siempre quedarán relojes "de plástico". Pero la enorme gama de modelos exclusivos de Casio, incluso de resina, nos hace pensar que hubo tiempos que ya no volverán. Estarán en nuestros recuerdos, pero jamás regresarán a las tiendas.


| Redacción: Zona Casio