¿Quién no ha oído la historia de un señor que en los Estados Unidos adquiere un granero o un local, y que cuando acude al mismo y lo abre se encuentra con la sorpresa de que dentro está completamente a rebosar de automóviles antiguos? Dicen algunos que este tipo de historias son leyendas urbanas, pero yo sé que a veces ha ocurrido. De hecho hace ya algunos años salió en la prensa un tipo que había comprado un antiguo concesionarios de coches, creo que fue en Holanda. El concesionario parecía estar totalmente vacío, pero cuando investigó sus tripas se encontró con que dentro del mismo había una sección para stock en la que tenían guardados una notoria cantidad de viejos modelos de Fiat.
Esto que ocurre con los coches más de uno quisiéramos ver que ocurre con los relojes. A veces a lo más que llegamos es a descubrir algún "tesoro oculto", algún Casio ochentero por alguna tienda olvidada y escondida de un barrio o pueblo.
Pero a veces incluso podemos ir más allá en esta especie de búsqueda de tesoros ocultos. Como es el caso que yo mismo puedo contar. Cerca de mi barrio había una antigua tienda, un bazar que solían tener objetos de electrónica, y muchos relojes. Eran las típicas tiendas para comprar pilas, un receptor de radio o similar, antes del desembarco de los chinos en España. Allí habitualmente íbamos a cambiarles pilas a los relojes o a comprar correas, y, por supuesto, tenían de Casio todos los modelos de reloj. A principios de los noventa esa tienda echó el cierre pero, a diferencia de lo que suele ser lo más habitual, nunca fue reformada ni sustituido el negocio por ningún otro. Jamás volvió a abrir. En la actualidad ya no existen los carteles que anunciaban el tipo de negocio que era, y las persianas metálicas han dejado de ser desde hace años del color azul oscuro que eran.
En más de una ocasión me froté las manos imaginándome que un día me la encontraría abierta y podría llevarme míticos Marlins, HDs o incluso G-Shock de los primeros, además de publicidad, cartelería y catálogos. Pero jamás la vi con las puertas abiertas. Hace un tiempo -pasando de refilón- observé cómo unos obreros del ayuntamiento habían entrado en ella para realizar unas labores de mantenimiento, y pude comprobar que aunque los escaparates y expositores en los mismos estaban totalmente vacíos (algo lógico, por otra parte) dentro cobijaba una gran cantidad de mercancía.
Alguien podría aducir por qué su dueño no ha puesto a la venta parte de esa mercancía. Puede que la razón sea simplemente que no sea consciente de su valor, o que ya lo haya intentado y haya visto que no le compensa. Y es que también hay que saber un poco qué modelos de los de antes tienen más salida y son más demandados, que no todos lo saben.
Y ahí continúa, por tanto, esa antigua tienda guardando sus tesoros ocultos a espaldas del tiempo y totalmente ajenos a las ansias que despiertan en muchos de los aficionados a los Casio más tradicionales y queridos.
Yo lo único que deseo es que todos esos relojes acaben su historia en un buen hogar, entre las pertenencias de personas que sepan apreciarlos, y no, como tantas veces ocurre, bajo los escombros de su edificio derruido. Porque el edificio que alberga la tienda tiene ya sus años, y no sería la primera vez que ese tipo de construcciones las adquiere una constructora y terminan demolidas sin prestar atención al género que hay en su interior. También espero que las pilas que cobijan todos esos relojes no hayan acabado con ellos, porque ese sí que sería otro hecho lamentable.
| Redacción: Zona Casio
Venga, juntémonos y peguemos un palo en los decomisos al mejor estilo "Heat".
ResponderEliminarMe pido Val Kilmer je je je.
Sigo sin entender como puede haber un N.O.S. de Casio. Aunque sean modelos poco valorados, siguen siendo de Casio. Y en ebay se venderían con total seguridad.
ResponderEliminarY... ¿que modelos hay en ese local? ¿Habéis hecho alguna oferta por ellos?