G-Shock DW-5030C, el reloj del año de Casio (y el GW-9400 se queda a la altura del betún)

Enseguida vamos a hablar del DW-5030C y su exitazo este año (y entre vosotros, los que nos leéis), pero antes voy a explicar por qué pongo lo del GW-9400, que ha quedado en cuarto lugar, ni siquiera ha podido subirse al pódium. Creo que me entenderéis perfectamente cuando os diga por dónde voy y a lo que me refiero. Casio ha invertido una enorme cantidad de dinero en desarrollar un triple sensor notablemente mejor que el anterior que montaban los Pro Trek. Lo ha puesto en un Pro Trek con un exterior fuera de lo habitual (mucho más compacto, con un LCD más claro y mucho más "a la moda", si se me permite la expresión) y ha sido un éxito absoluto. La pasión que se desató por él ya desde Baselworld anticipaba acertadamente esta gran acogida que ha tenido. Hasta aquí todo bien. Pero lo realmente fuerte empieza ahora.

Ha hecho lo mismo con un G-Shock. Se suponía que era el modelo que, por fin, la comunidad G-Shock estaba esperando, se le ha dado oportunidades por todos lados (aquí hemos sido de los primeros en recomendar que las críticas debían dejarse un poco de lado con este modelo y simplemente disfrutar de él y de ser el primer triple sensor de la gama de "los G"), pero la realidad es la que es, y no se puede negar. Que un modelo que fue presentado aprovechando la repercusión mediádica del "fiestón" de Nueva York, con estrellas mundiales de primer nivel, y con una publicidad detrás muy reseñable, y por el que Casio ha echado "la casa por la ventana" en desarrollo y diseño, y luego se posicione casi a la altura del humilde W-215 que hasta tiene un módulo "prestado"... es que algo falló en el proceso.



Será que la gente no pide eso. O bien, sí pide eso (un triple sensor), pero en una caja más clásica, y de un estilo exterior bastante diferente. También está su precio: excesivo. Por lo que cuesta la mayoría de las personas que no son adictos a los G-Shock se compran un Pro Trek. Y con razón, y no voy a ser yo quienes les diga que están equivocados, más bien al contrario: aciertan plenamente. Como reloj el Pro Trek ofrece lo mismo y es mucho mejor y más bonito (aunque esto, obviamente, depende de los gustos de cada uno).

¿Cómo es que el W-215, que no tiene ni módulo nuevo -es un "apaño" de uno de los módulos más clásicos de la serie F-, se posicione casi a la misma altura que el poderoso GW-9400, radiocontrolado, triple sensor y Tough Solar? ¿No resulta realmente asombroso? El W-215, cuya caja rememora a los Casio más "auténticos", a los Casio de siempre, es preferido casi por el mismo número de gente que el Rangeman, y eso sin contar que Casio no ha invertido en él ni un ápice de publicidad. Es como si pusiéramos un Audi A8 al lado de un Renault 4 y la gente prefiriese el Renault 4.

Por supuesto la votación que hemos abierto aquí no va a sentar cátedra, ni siquiera tiene por qué ser una encuesta que haga pensarse a Casio su política de desarrollos de modelos (ni muchísimo menos), pero es en parte fiel reflejo de lo que se palpa en la calle y entre los usuarios de Casio y de lo que piensan muchas personas y que, día a día, puedo confirmar. Obviamente fuera de G-Shock, porque en la comunidad G-Shock el Rangeman es "lo más de lo más", y es comprensible que sea así. Pero no son todos los usuarios de Casio quienes piensan eso, y realmente si el fabricante japonés hubiera diseñado un Rangeman pensando más en la satisfacción y los gustos del comprador promedio, hubiera dejado contentos también a la comunidad G-Shock y a la vez hubiese atraído nuevos clientes (y seguidores) de esa marca de modelos resistentes. No lo han hecho, y aquí podemos ver las consecuencias.

Dicho todo lo anterior, el Rangeman no es un fracaso. Lo mismo que no lo son los Frogman, a pesar de que tampoco son el modelo más vendido de G-Shock. Lo único que ocurre es que tenía potencial para ser más de lo que era. Lo mismo que pienso que los últimos modelos de G-Shock (GD-350, G-9300...) han sido un acierto, pienso también que el GW-9400 podía haber conseguido muchos más pretendientes de los que ha cautivado hasta el día de hoy.


Respecto a la encuesta en sí, me sigue sorprendiendo que el DW-5030C se haya alzado con esta victoria tan por delante de todos sus rivales. Que este modelo haya cosechado nada más y nada menos que 145 votos de un total de 325 (el 44% del total, casi la mitad de los que han votado lo han hecho a este reloj) debería servir para que sacásemos bastantes lecciones. Entre ellas que hay muchísima gente a la que encandilan estos relojes de estilo clásico y de grandes prestaciones y, también -conviene no olvidarlo- con una caja brutal y un recubrimiento y acabado que nos han dejado anonadados. Y por ello sin duda se merece ese primer puesto.

El segundo es para un modelo que se supone todo lo contrario: caja mezcla de resina y metal, formato analógico, pulsera... Lo que demuestra el gran tirón que poseen los relojes con agujas incluso en la marca G-Shock, tradicionalmente más proclive a modelos digitales.

En el tercer puesto, adelantando por poco (pero adelantando, al fin y al cabo) al esperadísimo triple sensor de G-Shock que hemos mencionado antes, encontramos al Pro Trek PRW-3000. Que un Pro Trek gane la batalla y adelante a tantos G-Shock también conviene destacarlo, pero es que el PRW-3000 es un gran reloj, y sus muchas versiones (incluso con cristal de zafiro, correa, pulsera de titanio o nylon...) hace que se adapte a los gustos y necesidades de prácticamente todo el mundo.

Entre los diez primeros destacar también la buena posición del GD-350, éste reloj pasó un poco desapercibido tras la segunda oleada de lanzamientos de G-Shock durante este año, pero ya dijimos aquí cuando lo probamos que realmente era un modelo espectacular, con un módulo impresionante y de una visibilidad y comodidad fuera de toda duda. Su quinto puesto sin duda se lo merece.

Y para concluir este pequeño repaso a las votaciones (luego vosotros podréis dar vuestra opinión y decir qué os parece en los comentarios sobre éstos o el resto de modelos que se han votado) no puedo dejar de mencionar al W-215. Un reloj de la humilde línea Collection y que no ofrece ni siquiera temporizador, y que sin embargo se ha colado entre los diez primeros, consiguiendo nada más y nada menos que el séptimo lugar. O dicho de otra forma: casi la misma gente que se compraría un GD-350, que le triplica en precio, se compraría un W-215. ¿Y por qué? Bueno, por el diseño que tiene, por su variedad y por lo bien hecho que está. Lo que sigue demostrando una vez más -y no me cansaré de decirlo- que Casio debería seguir tirando de su historia y continuar lanzando modelos inspirados en el pasado, porque son un éxito asegurado.

Mencionar como curiosidad el gran número de empates que ha habido, debido seguramente a que se pudieran elegir varios modelos a la vez, lo que ha propiciado que hubiera tantos empates en algunos puestos.

Gracias a Relojesdemoda.com, además, en esta ocasión hemos podido ir más allá, y no sólo celebrar el reloj del año, sino regalarlo. Ha sido sin lugar a dudas la mejor forma de festejar con todos vosotros la clausura de un año tan especial, cargado de eventos, novedades y celebraciones por los treina años de G-Shock, y de agradeceros vuestro seguimiento al blog durante el año y vuestra participación en la encuesta porque sin vosotros no hubiéramos podido llevarla a cabo.

Te dejamos con la lista de las primeras diez posiciones, y os agradecemos de nuevo, muy efusivamente, vuestra participación:

1- DW-5030C (G-Shock)
2- MTG-S1000 (G-Shock)
3- PRW-3000 (Pro Trek)
4- GW-9400 (G-Shock)
5- GD-350 (G-Shock)
6- W-215 (Collection)
7- EQW-A1200 (Edifice)
8- W-735 (Collection); PRG-270 (Pro Trek); GW-5510 (G-Shock)
9- GLS-8900 (G-Shock)
10- GA-1000 (G-Shock); ERA-200 (Edifice)

| Redacción: Zona Casio