Lo que no sabía Google cuando a finales de 2019 compró la compañía Fitbit, es que esa compra le llegaba "envenenada". Llamada a ser la marca de smartbands y smartwatches del futuro, que competiría hasta con el reloj inteligente del momento, el Apple Watch, finalmente Google decidió abandonar los modelos de relojes inteligentes Ionic en 2020, aunque hasta finales de 2021 podían continuar adquiriéndose.
Ahora se ha sabido que muchos de esos smartwatches guardaban un terrible defecto: pueden sobrecalentarse y causar quemaduras en la piel. De hecho, más de un centenar de sus usuarios han sufrido esas consecuencias. Por lo tanto, Google ha decidido retirar del mercado nada menos que 1,7 millones de unidades, la mayoría vendidas en los Estados Unidos (un millón) y el resto en todo el mundo.