Llevo unos días bastantes problemáticos de salud (no por el coronavirus, por fortuna, aclaro), y aunque con esfuerzo, trataré de ir publicando algunas noticias venciéndome a mí mismo siempre que me sea posible, aunque ya os notifico que si veis un cierto "vacío" durante estos días en el blog, tiene esa explicación. Así y todo, entre mis dolores, muchas molestias y mi estado febril, no quería dejar pasar la oportunidad de mencionaros dos interesantes novedades que Casio Japón ha lanzado este mes y que, esperemos - al menos en cuanto a los relojes de muñeca - lleguen al resto de mercados. Una de ellas, por su peso de modelo, es la preciosa versión del GW-2310FB-1B2 (GW-2310FB-1B2JR para el País del Sol Naciente, en concreto). Si este reloj me ha hecho levantarme y ponerme "manos a la obra" supondréis que es porque lo merece, y como seguramente muchos de vosotros ya lo conocéis, coincidiréis conmigo en que es un gran lanzamiento. Solo sea por ver de nuevo un modelo de la familia G-2300 pero con el plus, encima, de ser radiocontrolado (GW-2310, en este caso).
Su diseño atemporal tan típico de G-Shock, unido a sus "sabrosas" especificaciones, lo hacen un modelo enormemente interesante. Recordemos que es un modelo bastante longevo, Casio lanzó el primer GW-2310 allá por 2009 y, si nos remontamos al G-2300 original del que parte éste, tendremos que ir más allá aún en el tiempo, a nada menos que el año 2000. O sea, todo un clásico que, sin entrar en la "leyenda G-Shock" como sí lo hacen los DW-6900 o DW-5600, no deja por eso de tener un enorme peso en esta famosa marca. Son 21 años, por tanto, de un modelo sobre el que parece no pasar el tiempo, ya que sus líneas y su diseño siguen siendo totalmente actuales incluso hoy.