Los botones "fingidos" de Casio

Cuando cayó en mis manos el AQ-180 de Casio y me di cuenta que su pulsador superior derecho no era funcional, me llevé una tremenda decepción. En realidad el pulsador sí que existía, pero Casio había trasladado su función (la de iluminación) a un pulsador frontal, y había dejado en su sitio un pulsador "fantasma", con todo el diseño de un pulsador normal y corriente, e incluso su ubicación y elementos, pero "de mentirijilla". No puedo decir que me sintiera estafado, pero claramente me disgustó. Y es que tener algo que simulaba ser "funcional" pero sin serlo, no dejaba de ser, aparte de mera apariencia, una forma de engaño. Puede que inocente, y algo - o mucho - innecesaria y burda, pero engaño al fin y al cabo.

Aún así, y teniendo el Casio AQ-180 (y familia) ese molesto defecto, no es el único ni el peor. Pulsadores "fingidos" encontramos también en los laterales del VCL-100 y VLC-110 "White Shark", y Casio lo llevó hasta el extremo en los NF-11, con un lateral que simulaba un rueda, o en los W-E10, con pulsador sin ninguna función también.




No solo se queda en los pulsadores, es mucho más habitual ver en Casio tornillería fingida. El caso más sonado y patente - por precio del reloj, principalmente - es el de los Frogman, cuya tornillería frontal no aprieta "nada". Pero si queremos ir a extremos, uno de los más "cantosos" es el de los SHW-100, con el frontal del reloj lleno de tornillos muy labrados, detallados y notorios..., pero fingidos.

Cierto que esta es una práctica común a muchas marcas japonesas, y no solo a Casio. Más hilarante resultaría ser, por ejemplo, el caso de los walkman de Sony con el famoso pulsador "Mega Bass" que dicen no hacía nada (según cuentan algunos, aunque esto parece ser un bulo) o los pulsadores en algunos semáforos (que esto tiene más visos de ser realidad), ni tampoco se reduce a dispositivos electrónicos portátiles. Por ejemplo, algunos automóviles tienen pulsadores fantasma no funcionales solamente "por simetría", o porque se lo reservan para diferentes acabados, tales como el C4 de Citroen.



Tengo que confesar que, sea por simetría, por impacto visual o por darle un aspecto de reloj agresivo, esos elementos me resultan siempre bastante molestos. Son cosas de adorno que fingen lo que no son, y que llegan a confundirte más que estar ahí para algo (porque, como vemos, su fin es solamente de apariencia). En este aspecto creo que las marcas de tecnología europeas, como Grundig, Telefunken o la misma Philips, eran más "sinceras". Ciertamente sus dispositivos podían tener acabados rebuscados e impactantes, pero eso no se reñía con la funcionalidad y, lo que parecía funcional (pulsadores, interruptores, diales...), funcionaba. Los japoneses, y asiáticos en general (chinos, tailandeses...), siempre fueron más "de apariencia". No olvidemos aquellas populares marcas en los ochenta, como International, que comercializaban enormes radio-casettes y por dentro te encontrabas que todo era carcasa, y que en realidad llevaban en su interior un pequeño reproductor con unos altavoces de irrisoria potencia. Y es que, cuando por precio - o por miles de razones - no podían competir con las marcas fuertes y establecidas (como las mencionadas europeas), trataban de hacerte caer con su diseño, para que te diera la sensación que adquirías algo más de lo que en realidad era, y a un precio rompedor.

Lo más llamativo y lamentable es que ahora, que no les haría falta - ya quedan pocas o ninguna firma tecnológica europea y que fabrique en el Viejo Continente -, y que bien podrían evitar esos elementos fantasma en sus diseños, están tan habituados a ellos y tan anclados, que siguen haciéndolo. Los Frogman continúan llevando tornillos de adorno, los relojes pulsadores de mentirijilla, y sus frontales fingen llevar recovecos, tornillos y anclajes, que no tienen ningún fin práctico, salvo el de complicarte la vida en su mantenimiento o cuando te pones a lavarlo.

Quizá deberían tomar ciertos apuntes de uno de los líderes de ventas en dispositivos electrónicos desde siempre, que tendrá sus cosas buenas y malas - a mí mucha de su filosofía no me gusta, pero ese es otro cantar - pero que ha demostrado que su diseño es sincero, limpio, y triunfa. Nos referimos a Apple, que otra cosa no tendrá, pero la pulcritud de sus acabados es innegable.



| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com